“Como te rogué que te
quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no
enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías
interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es
por fe, así te encargo ahora. Pues el propósito de este mandamiento es el amor
nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, de las
cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, queriendo ser
doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman” (1 Tim.
1:3-7).
Por Josué I. Hernández
La enseñanza que
causa disputas
La enseñanza que
causa edificación
Conclusión
- Amor.
- Corazón limpio.
- Buena conciencia.
- Fe no fingida.