El sustantivo “Biblia” es de origen griego, el cual no se encuentra en
la Biblia como refiriéndose a sí misma; sin embargo, dicha palabra la
encontramos en el Nuevo Testamento aplicada a “libros” (Mat. 1:1; Jn. 21:25; 2
Tim 4:13, Apoc. 20:12), lo mismo encontramos en el texto griego del Antiguo
Testamento, es decir, la Septuaginta. La palabra Biblia es un sustantivo plural, (de “biblión”), del cual
deriva el diminutivo “biblos”, diminutivo que se usaba para señalar documentos
hechos en papiro, un rollo de papiro. Se cree que la palabra “Biblos” nació como diminutivo del nombre de la
ciudad de Biblos, un importante mercado de papiros en la antigüedad. La expresión griega "ta biblia" era neutral, es decir, no era
de género femenino ni masculino, pero cuando pasó al latín, por su terminación
en “a” se le adjudicó una denominación femenina, así en castellano hablamos de “La
Biblia” ya no como plural, sino como singular femenino. Se cree que el uso más antiguo de “Ta Biblia” (lit. “Los Libros”),
refiriéndose a las Sagradas Escrituras, se encuentra en la segunda epístola de
Clemente de Roma (a mediados del siglo II). Sin embargo, el primero en
utilizar esta frase ya con matiz canónico fue Juan Crisóstomo (347-407 D.C.).