Por Josué I. Hernández
La Biblia es la
bendita palabra de Dios, y la fuente de la verdadera religión (cf. Sant. 1:27).
Es en la Biblia donde se describe, define y establece la voluntad de Dios completa
y perfectamente (2 Ped. 1:3; 2 Tim. 3:16,17). La conclusión lógica, e
ineludible, es que la fe y la práctica basadas en lo que la Biblia dice, son
indiscutible e incuestionablemente correctas. Por lo tanto, la
pregunta a la cual no podemos ser
indiferentes, apunta a saber si su
religión es realmente bíblica o no. ¿Lo es? Esta pregunta no es para que usted
diga si su religión contiene algunos principios bíblicos, sino para determinar
si su adoración a Dios es totalmente
bíblica o no.
¿Estaría usted dispuesto a someter su fe a
una prueba bíblica con el fin de estar seguro?
¿Dónde le dice la
Biblia cómo ser un miembro de la iglesia a la cual usted pertenece? Por
ejemplo, si usted es un Metodista, ¿dónde dice la Biblia cómo puede alguien
convertirse en Metodista? Por supuesto, la pregunta se aplica con igual fuerza
a los que son miembros de otras denominaciones similares. ¿Dice la Biblia cómo
llegar a ser un Luterano, Bautista, Pentecostal, Mormón, Católico, etc?
Tome
su Biblia. Ábrala. Léala usted mismo.
¿La iglesia de la
cual usted es miembro pretende adorar a
Dios con instrumentos musicales? Si es así, busque esta práctica en las
Escrituras a fin de determinar si su religión es en realidad bíblica (cf. Ef.
5:19; Col. 3:16).
Escuche atentamente
los sermones que le predican desde el púlpito. Juzgue usted mismo. ¿Son
realmente sermones bíblicos (cf. 1 Ped. 4:11; 1 Cor. 4:6)?
¿Cuál medio usa la
iglesia de la cual usted es miembro para financiar su trabajo? ¿Hace comercio
como si fuera una organización con fines de lucro? Porque la Biblia enseña
claramente sobre esto (1 Cor. 16:2; cf. 2 Ped. 2:3).
¿Qué sucede con el
sistema universalmente aceptado de tener un gobernante (jefe) humano y una sede
de gobierno terrenal para determinar las
leyes religiosas? ¿Menciona la Biblia un Papa, un Presidente o Sínodo o Consejo
de gobierno sobre la iglesia? Porque la Biblia claramente enseña que Cristo
tiene toda potestad en el cielo y sobre la tierra (Mat. 28:18) y Él es el
legislador (Sant. 4:12). Busque y escudriñe los reglamentos internos de su
denominación, aquellos Artículos de Fe, Credos, etc., y compárelos con lo que
autorizan las Escrituras.
Entonces,
¿es su religión una religión bíblica?
Nuestra motivación
es que usted enfrente con seriedad, y con su Biblia abierta, esta pregunta
fundamental de la vida. Si la Biblia es realmente la Palabra de Dios (y lo es)
no nos atreveremos a evadir el tema, porque nuestras almas penden de un hilo.
Hay una solución
bien simple en el caso de que nos encontremos con que nuestra religión no es
bíblica sino humana. Podemos con total valentía dejar que las enseñanzas
bíblicas sean nuestra guía de fe y práctica, y contentarnos con ser cristianos
no denominacionales según el orden del Nuevo Testamento de Cristo, teniendo un “así
dice el Señor” para todo lo que creemos, afirmamos y practicamos. Este es
realmente el camino infaliblemente seguro.