La predestinación



Por Josué I. Hernández


A veces se hace la siguiente pregunta: "¿Cree usted en la predestinación?” Y la respuesta es variada, unos dirán que sí, y otros dirán que no. Sin embargo, todos los buenos estudiantes de la Biblia, creen en la predestinación, porque la Biblia sí la enseña. Entonces, la pregunta no debe ser si existe en realidad la predestinación, sino que la pregunta debe enfocarse en la naturaleza de la predestinación enseñada en la Biblia. La pregunta debería ser: “¿Qué es la predestinación enseñada en las Escrituras?”

Debido a la poderosa influencia del calvinismo, muchas personas piensan automáticamente en pre-elecciones individuales cuando se enfocan en la predestinación. Esto no debe ser así. Lamentablemente, muchos estudiantes de la Biblia tienen la idea de que Dios ha escogido arbitrariamente a algunas personas por nombre y apellido para la salvación eterna y a otros para la condenación eterna. Y, en base a ello, se argumenta (equivocadamente) que si uno tiene la salvación, no hay nada que puede hacer para perderla, y si uno no tiene salvación, no hay nada que puede hacer para alcanzarla. Como veremos, este concepto es contrario a la naturaleza de Dios, a la naturaleza del hombre y la naturaleza de la salvación.

La palabra “predestinación” se usa en nuestras versiones españolas para traducir la palabra griega “proorizo” que significa: “Determinar o marcar de antemano”. Teniendo en cuenta el uso que la Biblia hace de esta palabra, es evidente que Dios ha predeterminado algunas cosas. La pregunta entonces es: ¿Qué se ha predeterminado? ¿Se ha determinado de antemano a ciertas personas por nombre y apellido para la salvación y la condenación, sin importar su convicción, su carácter y su conducta? ¡Por supuesto que no! Definitivamente la predestinación bíblica es otra cosa; la predeterminación de Dios nunca viola el libre albedrío, en realidad, la predestinación de la cual la Biblia nos habla involucra el libre albedrío del ser humano.

En el Nuevo Testamento el verbo “predestinar” (gr. “proorizo”) se usa en:
  • Hechos 4:28
  • Romanos 8:29,30
  • 1 Corintios 2:7
  • Efesios 1:5,11
Un examen adecuado de estos pasajes, nos ayudará a entender lo que la predestinación bíblica es en realidad.

Hechos 4:28. En la oración que los discípulos de Jerusalén ofrecieron unánimes a Dios, se dijo que los judíos y los gentiles se habían reunido en contra de Cristo: “para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían determinado antes que sucediera”  (Hech. 4:28, énfasis mío, jh):  
  • La voluntad de Dios era que Cristo muriera. Cristo debía morir de una manera predeterminada por Dios (Jn. 3:14, 12:32,33).
  • ¿Judas estaba obligado por Dios para traicionar a Cristo? No. Judas traicionó a Cristo por 30 monedas de plata (Mat. 26:15).
  • ¿Los judíos estaban obligados por Dios para entregar a Cristo a las autoridades romanas? No. Los judíos entregaron Jesús por envidia  (Mat. 27:18).
  • ¿Pilato estaba obligado por Dios para crucificar a Cristo? No. Pilato crucificó a Cristo para complacer a la gente (Mar. 15:15).
Jesús fue “predestinado” a morir por la humanidad, pero en el proceso ningún “libre albedrío” fue violado. Dios, en su presciencia, tomó en consideración las decisiones y acciones de ciertas personas en la ejecución de su plan de redención. Ni la predestinación ni la presciencia de Dios comprometen el libre albedrío de las personas.

Romanos 8:29,30. El apóstol Pablo dijo: “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó”  (Rom. 8:29-30, énfasis mío, jh).

Este pasaje es muy útil para nuestra comprensión de la predestinación bíblica. Lo que Dios ha “predestinado”, es el carácter y la conducta  de aquellos a quienes quiere salvar eternamente. Para que las personas se salven Dios ha designado que tendrán que ajustarse a la imagen de Cristo. La palabra “imagen” proviene del griego “eikon” (ícono). Cristo es nuestro icono. Estamos para imitarle y obedecerle (1 Ped. 2:21; Luc. 6:46). Jesús dijo: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Jn. 4:34; cf. Jn. 8:29; Fil. 2:8, Heb. 5:8), debemos ser como él.

Para ser de los predestinados por Dios y llamarlo “Padre” y pertenecer así al grupo de los muchos “hermanos” de Jesús el Hijo de Dios, debemos ser obedientes y santos, siguiendo siempre el ejemplo de Cristo.

1 Corintios 2:7. El apóstol Pablo dijo: “Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria”  (1 Cor. 2:7, énfasis mío, jh).  

Pablo describe la sabiduría de Dios, específicamente en lo que se refiere al plan de redención en Cristo. El siguiente versículo nos dice que si los gobernantes del mundo hubiesen conocido la verdadera identidad de Cristo, ellos jamás habrían crucificado al Señor de gloria. “Pablo no trajo a los corintios una filosofía nueva, sino una sabiduría que Dios ideó antes  de la fundación del mundo. Dios determinó el destino de esta sabiduría antes de que hubiese necesidad de ella. El evangelio es la revelación de esa sabiduría en misterio que  había estado escondida”  (Bill H. Reeves, Notas sobre 1 de Corintios).

Al igual que Hechos 4:28, este pasaje pone de relieve el papel de Dios en la planificación y ejecución del régimen de la redención. Jesús dijo: "El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos " (Mat. 21:42).

Efesios 1:4, 5, 11. Tal vez este es el pasaje más conocido y más utilizado para predicar acerca de la predestinación. El apóstol Pablo dijo: “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Ef. 1:4-5, énfasis mío, jh).

“En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad” (Ef. 1:11, énfasis mío, jh).

La falta al definir mal los términos y no considerar todos los contextos relacionados ha llevado a muchos a concluir que el apóstol Pablo está hablando aquí de una elección individual de Dios en la que a algunos han sido pre-seleccionados arbitrariamente para la salvación. Esto no es lo que dijo Pablo.

Lo que el apóstol Pablo dice en estos versículos es que un cierto carácter, conducta  y clase han sido predestinados. La salvación que Dios provee se encuentra en Cristo,   para los que han sido aprobados por Dios, y que se conducen en un camino santo y sin la culpa del pecado. Cualquier persona que se ajusta a estos criterios es un candidato apto para la salvación eterna que Dios ha prometido a los que le aman.

Algunas de las consecuencias de la posición calvinista de la predestinación individual y personal:
        
El concepto de la predestinación individual viola el libre albedrío. Dios ha dado a los seres humanos el derecho y la capacidad de elegir la salvación. Dios invita  los hombres a obtener la salvación, pero el "Agua de la vida"  está reservada sólo para aquellos con el “deseo” a “tomar” por la gracia de Dios (Apoc. 22:17).

Jesús Lamentó que a pesar de que había ofrecido la vida eterna a los miembros de la nación judía, ellos no aprovecharon la oportunidad (Mat. 23:37; Jn. 5:40). La salvación es una cuestión de elección: “El que quiera hacer la voluntad de Dios…” “…Si  vosotros permaneciereis en mi palabra…” (Jn. 8:31; cf. 7:17). La palabra “si” representa enormes posibilidades. Se implica el derecho y la capacidad de los seres humanos a tomar sus propias decisiones morales y espirituales.

El concepto de la predestinación individual presenta a un “Dios” que hace acepción de personas. La Biblia describe a Dios como justo y fiel. Dios sería injusto al seleccionar arbitrariamente a algunos para vida eterna y a otros para condenación eterna. Los defensores de la predestinación individual, dicen que no debemos cuestionar los “métodos” de Dios. Estamos de acuerdo al decir que “los métodos de Dios no deben ser cuestionados”, pues somos criaturas de Dios (Rom. 9:20-21). Pero: ¿Qué es lo que realmente está en tela de juicio? ¿Los métodos de Dios, o asignarle a Dios un método equivocado?

Afirmamos primero, que varios líderes religiosos asignan a Dios “métodos equivocados” que obviamente son desconocidos en las Escrituras. La Biblia afirma repetidamente que Dios no hace acepción de personas (Hech. 10:34, Rom. 2:11, Ef. 6:9, Col. 3:25). Lo que no debe estar en tela de juicio es la imparcialidad de Dios.

Toda versión falsa de la predestinación, en este caso la predestinación del calvinismo, tergiversa la naturaleza de Dios.  

El concepto de la predestinación individual viola la naturaleza “condicional” de la salvación. Si Dios arbitrariamente preselecciona a algunas personas a la vida eterna y a otros para la condenación eterna, entonces lo hace violando las condiciones que Él mismo ha impuesto en las Escrituras. La Biblia enseña que la salvación está disponible para todas las personas que reúnen las condiciones dadas por Dios: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Heb. 11:6). Hay que creer en, y buscar a Dios, si queremos ser salvados.

Para ir al cielo, debemos hacer la voluntad del Padre que está en el cielo (Mat. 7:21). Debemos nacer de nuevo (Jn. 3:3-5; 1 Ped. 1:22-23). Para ser perdonados debemos creer (Jn. 8:24; Hech. 2:41), arrepentirnos (Luc. 13:3-5; Hech. 2:38; 17:30), confesar la Deidad de Cristo (Rom. 10:9-10) y ser bautizados para el perdón de los pecados (Mar. 16:16; 1 Ped. 3:21; Hech. 2:38). Para permanecer en la salvación debemos permanecer en Cristo (Jn. 8:31-32; 2 Jn. 9).

Conclusión

La Biblia en ninguna parte enseña el concepto de la predestinación individual y personal. Al contrario, cada persona hace su propia elección con respecto a la salvación.

Dios en el pasado ha conocido de antemano las acciones de ciertos individuos (Faraón, Ciro, Judas) e involucró estas acciones en sus santos y divinos propósitos, pero nunca obligó a los hombres a hacer el bien o el mal.

La predestinación bíblica tiene que ver con los planes de Dios respecto a la redención del hombre. Dios ha predestinado que la salvación se encuentre en Cristo, para todos los que cumplan con las condiciones y términos de la salvación disponible a todo el mundo. Entonces, todos los que se niegan a obedecer las condiciones y términos de Dios se perderán.

Todos los hombres y las mujeres tienen el derecho y la capacidad, dados por Dios, de elegir su destino eterno. ¿Y usted? ¿Ha elegido ser parte de los escogidos de Dios? Si no, los pasajes arriba le dan las instrucciones de cómo hacerlo.