Seis cosas que los usuarios de pornografía aborrecen


Por Josué I. Hernández


La pornografía es un gran problema en nuestra sociedad. Incluso, muchos cristianos han sido víctimas de ella a pesar de la advertencia del Señor Jesús: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno” (Mat. 5:27-29).
Nuestra sociedad piensa que la pornografía es algo inofensivo, o simplemente se niegan a admitir lo destructiva que es. Pero, Jesús dijo que desear a alguien es tan destructivo que uno debe estar dispuesto a tomar medidas extremas para cortar de raiz la lujuria. Este es el principal problema de la pornografía, la lujuria.
El pecado se comete en cualquier momento en que se llega a codiciar a alguien, esta es la razón por la cual la pornografía es particularmente peligrosa. Ahora bien, hay varias razones por las que la gente elige alimentar su lujuria con pornografía. Esto se debe a que hay ciertas cosas específicas que los usuarios de la pornografía aborrecen.

Los usuarios de pornografía aborrecen la realidad. Dios creó el matrimonio como una relación en la que un hombre y una mujer pueden llegar a ser una sola carne (Gen. 2:24). Ahora bien, la fornicación pretende sustituir el propósito de Dios: “¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne” (1 Cor. 6:16).  
Jehová Dios, diseñó nuestros cuerpos para que la unión sexual llegase a ser una experiencia alegre y estimulante (Prov. 5:18-19). Tristemente, muchas personas optan por tener relaciones sexuales fuera del matrimonio en violación de la ley de Dios (Prov. 5:20; Heb. 13:4). Sin embargo, aquellos que consumen pornografía optan por alimentar sus deseos sexuales de una manera no sólo pecaminosa, sino también falsa. Sí, la pornografía en cualquiera de sus formas, es ficción. Y no sólo eso, también es un pobre sustituto de la satisfacción sexual que se encuentran en una relación matrimonial.

Los usuarios de pornografía aborrecen las consecuencias. A pesar de que el uso de pornografía tiene consecuencias físicas y también consecuencias espirituales (Mat. 5:27-29), muchos usuarios de pornografía prefieren el engaño del pecado ylos deleites temporales del pecado (Heb. 3:13; 11:25). Pero, la Escritura dice: No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará (Gal. 6:7).
Es obvio que los consumidores de pornografía ven su proceder como una forma de alimentar sus deseos sexuales sin tener que enfrentar las consecuencias y responsabilidades del sexo real. El rey Salomón, al hablar de los peligros de relacionarse con la mujer adúltera, advirtió de la paga por no ser castos (Prov. 5:9-11), todo tipo de consecuencias sobrevendrán al necio fornicario. Además, siempre existe la amenaza del amante celoso (Prov. 6:32-35). El uso de la pornografía es una táctica de la sabiduría humana para evitar las consecuencias.

Los usuarios de pornografía aborrecen la responsabilidad. La sexualidad se limita a los confines del matrimonio (Heb. 13:4). Con el matrimonio viene la responsabilidad (Ef. 5:22-33). En cambio, la pornografía (como toda forma de fornicación) permite la recreación sexual sin la responsabilidad del matrimonio.

Los usuarios de pornografía aborrecen la relación matrimonial. Obviamente, las relaciones sexuales prematrimoniales y extramatrimoniales siempre implican una relación sexual con otra persona. Pero, la pornografía no implica ninguna relación, pues se basa por completo en un mundo de fantasía.
Dios creó nuestros cuerpos para que hombres y mujeres disfrutaran del sexo dentro de los límites del matrimonio (1 Cor. 7:1-5). Sin embargo, el matrimonio es mucho más que sexo. Es una relación que debe mantenerse y progresar. El marido debe vivir con su esposa sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil (1 Ped. 3:7), llegando a estar dispuesto a dar su vida por ella como lo hizo Cristo para la iglesia (Ef. 5:25) teniéndola en alta estima y valor (Ef. 5:28-29). La esposa debe dar a su marido “bien y no mal todos los días de su vida” (Prov. 31:12) apoyándolo como “ayuda idónea” (Gen. 2:18). La pornografía no provee nada de esto.

Los usuarios de pornografía aborrecen el dominio propio. Aquellos que usan la pornografía se niegan a ejercer el autocontrol y actúan en base a lo que aman (cf. Apoc. 22:15). En cambio, si queremos agradar a Dios, hagamos caso al apóstol Pedro, quien dijo: como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia (1 Ped. 1:14-16). Para hacer esto, hay que negarse a sí mismo (Luc. 9:23) y ejercer dominio propio (Gal. 5:22-23; 2 Ped. 1:5-6).

Los usuarios de pornografía aborrecen la justicia. Antes de que Jesús advirtiera contra la lujuria (Mat. 5:28), dijo: Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos (Mateo 5:20). La justicia es aquella forma de comportarnos que Dios aprueba, la rectitud, la integridad.
Mantener nuestros pensamientos puros y libres de deseos sexuales ilícitos es una de las formas en que practicamos la justicia que Jesús describió en el sermón del monte. Por ejemplo: Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios(Mat. 5:8). No podemos hacer menos para alcanzar la salvación eterna. Jesús enseñó claramente la diferencia entre las consecuencias eternas para los justos e injustos: E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna (Mat. 25:46). La pornografía es incompatible con la justicia y, por lo tanto, destructiva para nuestras almas.

Conclusión  
Job dijo: Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer (Job 31:1, NVI). Tenemos que seguir el ejemplo de Job. La pornografía presenta un gran peligro para el pueblo de Dios, y por lo tanto debe ser evitada.
Los que están atrapados en ella debe arrepentirse y tomar todas las medidas que sean necesarias para evitar la tentación en el futuro (Mat. 5:29). Dios ha provisto la relación perfecta en la que se cumplan los deseos sexuales, el matrimonio. La pornografía es una potente arma satánica para dañar nuestro matrimonio y perder nuestra alma.


Entradas que pueden interesarte