Por Gene Tope
¡Hay sólo una verdadera iglesia ante los ojos de Dios!
Esta es la iglesia de la que leemos en la Biblia. Es la iglesia que fue
comprada por la sangre de Cristo (Hech. 20:28) y empezada por los apóstoles.
Para examinar cómo era la iglesia originalmente debemos retroceder
más allá de todo el sectarismo de los días actuales; retroceder más allá de la
formación de la iglesia Católica Romana; retroceder hasta los días de los
apóstoles; ¡hace casi 2000 años!
EL NACIMIENTO DE LA IGLESIA
HECHOS 2
Hechos capítulo 2, nos dice cómo la iglesia
verdaderamente fue establecida. Luego de oír el evangelio, varios creyentes
preguntaron: “¿Qué haremos?”, y Pedro
les dijo que se arrepintieran y se bautizaran (Hech. 2:37,38). La Biblia dice: “Así que, los que recibieron su palabra
fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas” (v.41).
Hechos 2 cierra con esta explicación: “...
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”. De
Hechos 2 aprendemos las siguientes cosas importantes:
1. Todos los que obedecieron la predicación de Pedro fueron
salvos.
2. Todos los salvos fueron añadidos a la iglesia
inmediatamente.
3. Cristo añade a su iglesia. Nadie se añade sólo a la iglesia verdadera.
4. Hechos 2 marca el comienzo de la iglesia que Jesús
prometió edificar.
LA ADORACION DE LA TEMPRANA IGLESIA
Es tanto, interesante como beneficioso notar cómo adoraba
la iglesia de Cristo. Un estudio de la iglesia en Jerusalén es especialmente
útil para esto. Hechos 2:42 nos dice: “Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en
el partimiento del pan y en las oraciones”.
Perseverar en la
doctrina de los apóstoles significa que los primeros discípulos obedecieron
la enseñanza de los apóstoles. Como hombres inspirados sus enseñanzas eran divinas.
Por tanto, los discípulos aceptaron la doctrina de estos hombres guiados por el
Espíritu Santo.
La palabra comunión
significa “participación en común”. Debemos tener comunión con Dios y con los compañeros
cristianos. Una fase especial de la comunión es la ofrenda de nuestro dinero al
servicio de Dios. Desde el mismo principio los discípulos fueron notorios por
su generosidad (véase Hechos 4:32,34-35). El Nuevo Testamento enseña que los cristianos
deben dar acorde a su prosperidad cada primer día de la semana (1 Cor. 16:1,2).
El partimiento del
pan se refiere a la cena del Señor (1 Cor. 10:16). Esta cena conmemorativa,
fue instituida por el Señor mismo. Todo cristiano fiel debe participar del pan
y de la copa en lo cual, recordamos el cuerpo y la sangre del Señor. Algunos
preguntan: “¿Qué tan a menudo debemos participar?” La Biblia dice que los
primeros discípulos partieron el pan cada primer día de la semana; cada Domingo
(Hech. 20:7).
La oración
siempre ha sido uno de los mayores privilegios del pueblo de Dios. Los
discípulos en Jerusalén perseveraban en tales súplicas a Dios. La oración
correctamente puede ser contada como un acto de culto y adoración porque en
ella alabamos a Dios y mostramos nuestra dependencia de Él (Mat. 6:9-13). Dios
contesta solamente las oraciones de aquellos que quieren hacer Su voluntad (1
Ped. 3:12).
El cántico,
aunque no es mencionado específicamente en Hechos 2:42, siempre estuvo incluido
en la adoración de los primeros cristianos. En Colosenses 3:16 leemos: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia
en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”.
A pesar de que David en el tiempo del Antiguo Testamento
usó instrumentos musicales, los cristianos del Nuevo Testamento siempre
cantaron sus alabanzas sin el acompañamiento de instrumentos mecánicos. El
mandamiento y ejemplo en cada lugar en el Nuevo Testamento es “cantar”, no
“tocar” instrumentos.
LA UNIDAD DEL NUEVO TESTAMENTO
Mientras la iglesia en Jerusalén es un modelo para ser
seguido en la adoración, del mismo modo lo es también en su exhibición de
unidad: “Y la multitud de los que habían
creído era de un corazón y un alma” (Hech. 4:32). Tal armonía no fue un
simple accidente, sino más bien la respuesta a la oración de Jesucristo de que
todos sus discípulos fueran “uno” (Jn.
17:21-23).
Nunca fue la intención de Cristo que hubiera muchas
iglesias. Ciertamente, el Nuevo Testamento reconoce solamente UNA. “... edificaré mi iglesia...” dijo Jesús
(Mat. 16:18). Años más tarde, a medida que la iglesia se esparcía por todo el
mundo, Pablo pudo escribir a los Efesios y exhortarles a “... guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” porque hay
solamente “un Señor, una fe, un bautismo” (Ef. 4:3-6). Pablo dijo que
Cristo tiene “un cuerpo” (1 Cor.
12-13,20).
Posiblemente el sectarismo más inmediato que podemos
llegar a encontrar en la Biblia es 1 Corintios 1:10-13, donde la división
religiosa es severísimamente reprendida. A los partidos dentro de la iglesia en
Corinto, Pablo pregunta: “¿Acaso está
dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en
el nombre de Pablo?” Como la respuesta a todas estas preguntas es
claramente negativa se debe seguir que:
1. Los discípulos de Cristo no deben estar divididos.
2. Los discípulos de Cristo no deben llevar nombres sectarios.
3. Los discípulos de Cristo no deben seguir a los hombres,
sino solamente a Cristo.
Si las personas guardaran estas cosas en mente no habría
divisiones, ni denominaciones. La sorprendente unidad de la temprana iglesia ocurrió
porque ellos “perseveraban en la doctrina de los apóstoles”. Puesto que los
credos y doctrinas de los concilios humanos siempre producen contienda y
división, la Palabra de Dios provee una base de verdadera comunión: “Pero si andamos en luz, como él está en
luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado” (1 Jn. 1:7).
LA ORGANIZACION DE LA IGLESIA
Según leemos en nuestras Biblias, el gobierno del Nuevo
Testamento era en forma congregacional. Cada congregación era independiente de
todas las demás en gobierno. Esto puede ser aprendido por medio de observar que
los líderes de las congregaciones eran nombrados en cada una: “Y constituyeron ancianos en cada iglesia...”
(Hechos 14:23).
El anciano del Nuevo Testamento es llamado también
“obispo”. Los requisitos para este oficio están en Tito 1:5-9. Su obra está
discutida en 1 Pedro 5:1-4 donde Pedro habla de tres diferentes
responsabilidades:
1. Apacentar la grey de Dios.
2. Cuidar de ella.
3. Ser un ejemplo.
La práctica sectaria moderna es colocar un Obispo sobre
muchas iglesias, pero en el orden del Nuevo Testamento son muchos obispos
(ancianos) sobre una iglesia (Hech. 14:23; Tito 1:5; Fil. 1:1). Debido a que en
el Nuevo Testamento no hay oficiales de mayor rango, tales como “arzobispo”,
“cardenal”, o “Papa”, debemos concluir que los ancianos eran los únicos
gobernadores, y la extensión de su gobierno era únicamente sobre un grupo
local: “... la grey de Dios que está
entre vosotros” (1 Ped. 5:2).
LA MISION DE LA
IGLESIA
Cuando hablamos de la misión de la iglesia queremos decir
su propósito para existir, y la obra que debe hacer. La Biblia nos dice que
Cristo murió para comprar la iglesia (Hech. 20:28); por tanto, debe haber un
propósito muy valioso para ella. La obra de la iglesia es espiritual, designada
tanto para salvar el alma del hombre como para glorificar a Dios. En 1 Timoteo
3:15 nos es dicho que la iglesia es la “columna
y baluarte de la verdad”. La iglesia es la organización exclusiva de Dios
para llevar a cabo la predicación de la verdad (1 Tim. 3:15; Ef. 4:15,16).
Debemos mencionar que los cristianos ayudaron a otros
cristianos en momentos de legítima necesidad. Ya hemos visto cómo los
cristianos en Jerusalén compartieron con sus hermanos necesitados (Hechos 2 y
4). Además, cristianos de lugares lejanos enviaron socorro para los hermanos
necesitados en otras partes (Hech. 11:27-30). En 1 Corintios 16:1,2 tenemos
dadas las instrucciones divinas mostrando cómo estos fondos fueron
recolectados.
Algunos quieren una iglesia netamente “social”. Estos
creen que la iglesia existe como un centro para proveer compañerismo,
entretenimiento y placer. Otros ven la iglesia como una clase de Cruz Roja
“glorificada”, designada para suplir las necesidades materiales del mundo. Tal
cosa no es la obra de la iglesia de Cristo.
¿EXISTE HOY DIA LA
IGLESIA DE CRISTO?
Hemos estudiado la iglesia como está revelada en la
Escritura y como existía hace 2000 años. Pero, ¿existe esa iglesia hoy? ¿Existe
la original iglesia de Cristo? Tenemos el gusto de decir: Sí. La Biblia nos dice que la iglesia de Cristo continuaría por
todas las edades (Ef. 3:21).
¡La iglesia que Cristo
edificó es la MÁS ANTIGUA en el mundo!
Jesús prometió edificar una iglesia, que sería su iglesia
(Mat. 16:18). En Marcos 9:1 Cristo dijo que este reino (la iglesia) vendría con
poder. Después de su resurrección Jesús dijo a sus apóstoles que esperaran en
Jerusalén por el poder (Hech. 1:4-8). El poder vino en el primer día de
Pentecostés siguiente a la resurrección de Cristo y la iglesia fue establecida
en ese día, acorde al segundo capítulo de Hechos.
Jesús es
el fundador y el fundamento de su iglesia (1 Cor. 3:11). Por lo tanto,
cualquier otra iglesia establecida por alguna otra persona que no sea Cristo,
en algún otro lugar que no sea Jerusalén, en algún otro momento que no sea el
primer Pentecostés después de la resurrección del Señor, no es la iglesia del
Nuevo Testamento. ¡La iglesia de Cristo tiene más de 1900 años de edad!