La Esposa de Caín



Por Josué I. Hernández


Son varios los escépticos que han etiquetado a los primeros once capítulos del Génesis como míticos, poéticos o alegóricos. Luego, afirman algún tipo de evolución orgánica, cósmica, o ambas, comprometiendo en algún grado la Biblia con el evolucionismo.   
 
Sencillamente, no hay diferencias de estilo o sintaxis entre Génesis 1-11 y Génesis 12-50. En otras palabras, la misma clase de narrativa es encontrada tanto en Génesis 1-11 como en Génesis 12-50.
 
La lectura cuidadosa, y porque no decirlo, reverente, observa que el estilo de Génesis 1-11 es estrictamente histórico, y no revela vestigio alguno de descripción mítica, alegórica o figurativa. Se requiere algún compromiso con el evolucionismo para interpretar los primeros capítulos de Génesis de una manera diferente a lo estrictamente histórico.
 
Motivados por el escepticismo, y procurando sembrar alguna duda, algunos han preguntado con tono burlesco: “¿Quién fue la esposa de Caín?”. Con el presente artículo queremos responder esa pregunta.
 
El Génesis como base doctrinal
 
Si creemos que “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Tim. 3:16) y “que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Ped. 1:21), la narración del Génesis debe ser aceptada como literal e histórica.
 
El Señor Jesucristo, y los escritores inspirados del Nuevo Testamento, no solamente se refirieron a menudo al Génesis, sino que además hicieron argumentos doctrinales que dependen de la validez histórica del registro del Génesis.
 
Considere lo siguiente. Todo escritor del Nuevo Testamento hizo alusión al, o citó del, libro Génesis. Siendo más precisos, todos los libros del Nuevo Testamento, excepto Filemón, 2 Juan, y 3 Juan contienen alusiones al Génesis.
 
De los 50 capítulos del Génesis, solamente 7 capítulos (20, 24, 34, 36, 40, 43, 44) no son aludidos o citados en el Nuevo Testamento. A su vez, cada uno de los once primeros capítulos del Génesis es señalado o citado; ninguno es omitido.
 
Hay 200 referencias al Génesis usadas por los escritores del Nuevo Testamento, de los cuales más de la mitad son de los primeros once capítulos. Sesenta y tres de esas referencias son de los tres primeros capítulos de Génesis, mientras que catorce son de la historia del Diluvio (6-8), y cincuenta y ocho están relacionados a Abraham.
 
Caín "conoció" a su mujer
 
“Salió, pues, Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén. Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc; y edificó una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo, Enoc” (Gen. 4:16-17).
 
La Biblia no dice específicamente quién fue la esposa de Caín, pero sí lo implica. Y por inferencia necesaria, es decir, por la deducción derivada de lo implicado, sabemos que la esposa de Caín fue una pariente cercana de él.
 
La Escritura no dice la edad que tenía Caín, el primogénito de Adán y Eva (Gen. 4:1), cuando éste mató a Abel su hermano (Gen. 4:8). Pero, nuevamente, la Escritura implica que los dos eran hombres maduros cuando Caín asesinó a su hermano Abel, varones moralmente responsables cuando presentaron su ofrenda (Gen. 4:3-5), hombres suficientemente aplicados y capaces de trabajar en las labores del campo (Gen. 4:2).
 
Sabemos, por las implicaciones bíblicas, que Adán y Eva tuvieron muchos más hijos aparte de Caín y Abel. En el momento en que Abel fue asesinado por Caín, la Biblia da a entender que Adán y Eva tenían gran descendencia (cf. Gen. 5:4).
 
Caín el asesino, un hombre ya casado
 
Leyendo cuidadosamente el relato inspirado, aprendemos que cuando Caín asesinó a Abel, Caín estaba casado, y es muy probable que Abel también. El que ellos fuesen padres de familia sería lo más natural. El mandamiento de Dios era claro para Adán y su descendencia: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gen. 1:28). El matrimonio ya había sido instituido (Gen. 2:23-25), era algo honroso entrar en él (cf. Heb. 13:4).  
 
De manera clara, Moisés escribió: “Y conoció Caín a su mujer, la cual concibió y dio a luz a Enoc” (Gen. 4:17). Entonces, la referida esposa ya era mujer de Caín cuando éste la conoció. El verbo “conocer” es un eufemismo usado para indicar la intimidad sexual (cf. Gen. 4:1,25).
 
Caín no estaba solo en su destierro cuando salió de delante de Jehová y habitó en tierra de Nod, al oriente de Edén (Gen. 4:16). Una persona, por lo menos, fue su socio en su exilio y pronto tuvo un hijo con él (Gen. 4:17).
 
Caín se mostró ansioso y con gran temor por su propia vida luego de asesinar a Abel (Gen. 4:14), lo cual indica que había muchos otros parientes de él, y por qué no decirlo, aún nietos o bisnietos de Adán y Eva, lo cual explicaría la razón del gran temor de Caín por su vida: “…y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará” (Gen. 4:14).
 
El terror de Caín sugiere la presencia de varios hermanos, primos, sobrinos, hijos y nietos, quienes habitaban la tierra. Semejante miedo, también explica el que Caín edificara una ciudad para morar seguro en ella (Gen. 4:17). ¿Construyó Caín aquella “ciudad” solo? ¿Acaso no implica la Escritura que otros siguieron el camino de Caín como luego lo vemos en la historia antediluviana (Gen. 4:17-26; 6:1)?
 
Set no fue el tercer hijo de Adán y Eva
 
Moisés escribió: “Y conoció de nuevo Adán a su mujer, la cual dio a luz un hijo, y llamó su nombre Set: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituido otro hijo en lugar de Abel, a quien mató Caín” (Gen. 4:25). Pero, ¿cuándo sucedió esto? ¡La misma Escritura nos lo indica! Sabemos que Adán vivió un total de “novecientos treinta años; y murió” (Gen. 5:5) y considerando que luego de engendrar a Set vivió otros ochocientos años (Gen. 5:4), entonces a los ciento treinta años de Adán nació Set quien sustituyó a Abel (Gen. 4:25). No podemos concluir que antes del nacimiento de Set, en ciento treinta años de vida matrimonial, Adán y Eva desobedecieron el mandamiento de multiplicarse sobre la tierra (Gen. 1:28; 3:20). La Biblia implica todo lo contrario.
 
Génesis 4:25 no dice que “Set fue el tercer hijo de Adán y Eva”, la Biblia dice Set fue el hijo que sustituyó a Abel, y esto por razones bien particulares del lugar y función de Abel quien fue sustituido por uno que prosiguió su buen camino (Gen. 4:26). Set fue distinto a los de su generación, espiritualmente hablando, él fue engendrado a la imagen y semejanza de su padre Adán (Gen. 5:3) a la vez que sustituyó a “Abel el justo” (Mat. 23:35; cf. Heb. 11:4).
 
La fecundidad y longevidad era algo común en este período antediluviano, cuando la facultad de procreación no se veía disminuida con el aumento de edad. Noé, por ejemplo, engendró a Sem, Cam y Jafet, a los quinientos años (Gen. 5:32). 
 
“Si aceptamos la afirmación bíblica de que los hombres vivían cientos de años y continuaban engendrando hijos e hijas hasta casi el final de sus vidas, y aceptamos promedios de matrimonio y nacimiento muy conservadores en relación con los actuales, pueden calcularse fácilmente en veinte millones los habitantes de la tierra a la muerte de Adán” (Henry M. Morris, La Biblia y la Ciencia Moderna).
 
Conclusión
 
La esposa de Caín (Gen. 4:17), con toda seguridad, fue una hija o nieta de Adán y Eva. Debido a que Adán y Eva fueron los únicos seres humanos creados milagrosamente (Mar. 10:6), sus hijos no habrían tenido otra opción que casarse entre parientes para continuar su descendencia (Gen. 1:28; 6:1). El apóstol Pablo confirma esta inferencia necesaria, cuando afirmó que Dios “de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra” (Hech. 17:26).
 
Dios no prohibió el matrimonio entre parientes cercanos sino muchísimo más tarde, cuando hubo suficiente gente, y el matrimonio entre parientes ya no era necesario (Lev. 18:6-18).
 
En el principio, desde que Dios comenzó milagrosamente la existencia del hombre con Adán y Eva, la segunda generación no tendría otra elección, sino casarse entre sí.