Mark Twain dijo una vez: “No hay cosa más triste que un joven pesimista”, y tenía razón, son muchos los que desde jóvenes se garantizan, prácticamente, una existencia mediocre a sí mismos. Mucho se debe a que queremos las cosas rápido, sin mayor trabajo y perseverancia.
Hay una anécdota famosa respecto a Thomas Edison. Después de haber intentado 9.999 veces perfeccionar la lámpara de incandescencia, sin conseguirlo, alguien le preguntó: “¿Piensa llegar a los diez mil fracasos?”. Él contestó: "Yo no he fracasado, sino que acabo de descubrir una manera más de no inventar la bombilla eléctrica"
Tanto Edison como Twain percibieron la virtud de la perseverancia, y admito que estaban en lo correcto respecto a lo importante que es perseverar para alcanzar los objetivos.
Permítame dar un ejemplo más. La historia nos informa de un hombre que:
- Fracasó en los negocios a los 31
años.
- Fue derrotado a los 32 como candidato
para unas legislativas.
- Volvió a fracasar en los negocios a los
34 años.
- Sobrellevó la muerte de su amada a los
35.
- Sufrió un colapso nervioso a los 36
años.
- Perdió en unas elecciones a los
38.
- No consiguió ser elegido congresista a
los 43.
- No consiguió ser elegido congresista a
los 46.
- No consiguió ser elegido congresista a
los 48.
- No consiguió ser elegido senador a los
55.
- A los 56 fracasó en el intento de ser
vicepresidente.
- De nuevo fue derrotado y no salió
senador a los 58.
- Fue elegido presidente de los Estados
Unidos a los 60.
Ese hombre era Abraham Lincoln.
La perseverancia será buena para alcanzar objetivos terrenales, siendo beneficiosa en todos los ámbitos de la vida (mientras ésta dure), pero no será trascendental en nuestra existencia si no la usamos para buscar a Dios y la verdad de su evangelio.
La perseverancia será buena para alcanzar objetivos terrenales, siendo beneficiosa en todos los ámbitos de la vida (mientras ésta dure), pero no será trascendental en nuestra existencia si no la usamos para buscar a Dios y la verdad de su evangelio.
El mundo está lleno de desmoralizados espirituales, quienes sucumbieron ante las mentiras y fraudes religiosos del denominacionalismo y secularismo actuales. Y muchos de ellos han optado por “fabricar una verdad”. Pero, la verdad no se fabrica, la verdad se descubre. La verdad está fuera, no dentro de uno. Y si hay verdad, debemos admitir que habrá error y confusión.
Cristo promete bendición a los que buscan la verdad, pero nunca dijo que tal búsqueda sería fácil y divertida, es un asunto en el cual debemos aplicar toda nuestra perseverancia. La verdad no es popular, sin embargo, la verdad existe.
La verdad no deja de serlo porque la ignoremos, o la rechacemos. La verdad no depende de que la creamos, aunque merece que lo hagamos.
No se rinda en la búsqueda por la verdad, Dios bendice a los que
perseveran en ello.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está
cercano” (Is.
55:6).
“y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro
corazón” (Jer.
29:13).
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque
todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le
abrirá” (Mat.
7:7,8).
“y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Jn. 8:32).