Suposiciones

“porque éstos no están borrachos como vosotros suponéis” (Hech. 2:14, LBLA).

Por Josué I. Hernández


Suponer: “Dar por sentado y existente algo. Fingir, dar existencia ideal a lo que realmente no la tiene” (Real Academia Española).

“En 1887, el ataúd de Abraham Lincoln fue abierto para determinar si contenía su cuerpo. Lo que hace este acto tan increíble, es el hecho de que el cuerpo de Lincoln había descansado en ese ataúd por 22 años. Aún más tremendo fue que 14 años después, un rumor circuló de nuevo que el ataúd de Lincoln estaba realmente vacío. El furor de la tierra fue grande y la única forma de silenciar el chisme fue excavar y abrir el ataúd – otra vez. Esto se hizo y el rumor fue silenciado cuando unos cuantos testigos vieron el cadáver de Abraham Lincoln” (Hoy en la Palabra, Febrero, 1991, p. 27).

Todos los días la gente supone cosas, y luego cree y actúa en base a sus propias suposiciones. Sin embargo, tal acción es una inferencia no necesaria que mueve a proceder en base a una ilusión creada por la propia mente del que supone. 
El que supone, no lo hace por la realidad, la verdad de los hechos, sino por una apariencia, una posibilidad de su propio razonamiento.
Actuar por suposiciones es dañino, no sólo para el que supone, sino también para su prójimo. Muchos quienes andan suponiendo por la vida, también son chismosos, o por lo menos, actúan mal y ocasionan problemas, siendo ellos mismos un tropiezo.
Los que suponen no saben pensar, aunque tienen mucha imaginación, y no se cercioran de la verdad.

Ejemplos de suposiciones en el registro bíblico
-- “…Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero” (“haz supuesto”, texto griego. Hech. 8:20).
-- “…y se imaginaron que Pablo le había introducido en el Templo” (“suponían”, texto griego. Hech. 21:29, VM).
-- “No penséis que he venido para…” (“no supongáis”, texto griego. Mat. 5:17).
-- “No penséis que he venido para…” (“no supongáis”, texto griego. Mat. 10:34).
-- “Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conocidos” (“suponiendo”, texto griego. Luc. 2:44).

Suponer revelación
El problema de los supuestos no queda ahí. Lamentablemente, muchos líderes religiosos suponen con la Biblia cosas que ella no dice. Suponen saliéndose de lo que está escrito, pero sin hablar según la revelación de Dios, sino la “revelación” de su propia imaginación. A la vez, otros suponen que se les está diciendo la verdad sin escudriñar las Escrituras, sin un “escrito está”.
El mundo religioso está lleno de supuestos, donde cada cual habla donde la Biblia no habla y sigue los supuestos que le convienen. Sin embargo, hemos sido instruidos a tener un “escrito está” para todo lo que pensemos, hablemos y hagamos, así como lo hacía Cristo quien es nuestro ejemplo (cf. Mat. 4:4,7,10; 1 Ped. 1:21).

Recordemos:
“…aprendáis a no pensar más de lo que está escrito…” (1 Cor. 4:6).
“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios…” (1 Ped. 4:11).
No estemos interesados en “suposiciones bíblicas”, que son pura especulación. Interesémonos en la verdadera revelación de Dios en su palabra, la Biblia, la cual es una delicia (cf. Sal. 19:10) y útil para que agrademos a Dios (2 Tim. 3:16,17).

Tengamos cuidado

A Dios le importa lo que pensamos: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:8).

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