Por Josué I. Hernández
El
apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, dijo: “Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los
mutiladores del cuerpo” (Fil. 3:2). Si Pablo escribió esto acerca de personas
que creían en Cristo pero enseñaban la circuncisión, ¿qué diría de los
musulmanes que niegan a Cristo y enseñan el error de Mahoma? ¿Qué diría de
Pablo, acerca de los líderes denominacionales que enseñan tanto error doctrinal
acerca de Cristo?
Pablo
también dijo: “¡Oh, lleno de todo engaño
y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de
trastornar los caminos rectos del Señor?” (Hech. 13:10). Si el apóstol dijo
esto acerca de un falso profeta que resistió la fe, ¿qué diría de Mahoma y
tantos otros falsos profetas denominacionales que se oponen a Cristo y que
resisten la fe?
Si
no es la verdad (Jn. 8:32) es error, y todo error doctrinal condenará las almas
al infierno (2 Tes. 2:10).
Que estemos
preparados para rechazar el error y mantenernos firmes en la verdad de Cristo,
recordando que Pablo también dijo: “Estoy
maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia
de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay
algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun
nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que
os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo
repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea
anatema” (Gal. 1:6-9).