Por Wayne Partain
La doctrina llamada “unidad en la diversidad” es una de las doctrinas
más peligrosas inventadas por el Diablo, porque abre las compuertas a todo
error doctrinal.
Entre las denominaciones se le llama ecumenismo. Por
ejemplo, aunque enseñen doctrinas contradictorias sobre el bautismo, el
Espíritu Santo, el gobierno eclesiástico, etc., se unen para tener campañas y
otras actividades. A los hermanos no les gusta este término y para suavizarlo
dicen “unidad en la diversidad”, pero el cambiar la etiqueta no cambia la
mercancía.
Muchos textos enseñan que no debe haber comunión con los que practican
el pecado o enseñan el error doctrinal, no importa quién sea culpable.
1 Juan 1, “5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es
luz, y no hay ningunas tinieblas en él. 6 Si decimos que tenemos
comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad”. Debe haber comunión solamente con los enseñan y practican la verdad.
2 Corintios 6, “14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con
las tinieblas”. El error no es luz, sino tinieblas. El cristiano
no debe unirse en yugo desigual con los que enseñan error, no importa quién
sea.
2 Juan “9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de
Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí
tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae
esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis ¡Bienvenido! 11
Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras”.
No debe haber comunión con los que enseñen error aunque profesen ser hermanos
“conservadores” (hermanos que se oponen a la iglesia patrocinadora, las
escuelas y clínicas establecidas por iglesias de Cristo, el evangelio social,
etc.). Lamentablemente hay hermanos que profesan ser
“conservadores” que enseñan o toleran el error doctrinal, p. ej.,
(1) sobre el divorcio y segundas nupcias;
(2) sobre la Deidad de Cristo; y
(3) sobre los días de la creación.
Estos temas no son cuestiones de opinión. La Biblia
enseña la verdad sobre estos temas de manera explícita.
La enseñanza sobre el bautismo, la cena o la ofrenda no es más clara que la
enseñanza sobre estos temas. Y todos pertenecen a “la fe una vez dada a los
santos” (Judas 3).
Los proponentes de estos errores dicen que no quieren división.
Quieren ser aceptados como hermanos fieles. Quieren que sus doctrinas erróneas
sean aceptadas como opiniones.
De esto hablamos cuando decimos “unidad en la diversidad”, porque tales
hermanos quieren que haya unidad aunque haya diversidad de enseñanzas sobre la
“doctrina de Cristo” (2 Juan 9). Además, algunos hermanos que no aceptan estos
errores sí afirman que debe haber comunión con los hermanos que los enseñan.
Este concepto es incorrecto. No es nada aceptable. El propósito de este estudio
es, pues, combatir este concepto erróneo de la unidad falsa.