Criando hijos felices


Por Josué Hernández

Probablemente los niños no son las primeras personas que le vienen a la mente cuando usted piensa en el estrés, el afán y la ansiedad. Después de todo, no tienen cuentas que pagar, no tienen trabajo o ninguna otra responsabilidad sobre sus hombros. Sin embargo, los niños también pueden sentirse estresados y hasta deprimidos - y muchas veces de manera significativa. Ellos se preocupan por lo que pasa en casa, por la actitud de sus padre ante la vida, por la relación de sus padres en el diario vivir, por hacer amigos, por tener éxito en la escuela, etc...

Aunque el estado natural de un niño es ser feliz, vibrante y curioso, un alto porcentaje de los niños y adolescentes llegan a deprimirse y vivir sin fe.

En realidad, muchas de las mismas preocupaciones que a usted lo hacen sentir ansioso, afanado y triste, tienen el mismo impacto en sus hijos. Y es usted, como padre y madre, que puede hacer la diferencia significativa en el estado emocional y la paz en el corazón de sus hijos, con la ayuda de Dios.
Pero, ¿lo estamos haciendo? ¿Estamos orando con ellos? ¿Les hablamos de los grandes actos de Dios en la historia? ¿Somos para ellos un ejemplo de fe y perseverancia?

Debemos leer y vestir de ropa de trabajo (poner en práctica) los pasajes bíblicos que tratan sobre la crianza y la importancia de las Escrituras en el proceso. Veamos algunos pasajes:

"Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos" (Deut. 4:9).

"Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes" (Deut. 6:6,7).

"Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó? entonces dirás a tu hijo..." (Deut. 6:20,21). 

"Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él" (Gen 18:19).

"Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor" (Ef. 6:4).

"Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten" (Col. 3:21).

"trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también" (2 Tim. 1:5). "y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús" (2 Tim. 3:15).

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