¿Dónde está la autonomía?



Por Josué Hernández



La autoridad (o potestad)  de Cristo está investida en las Escrituras del Nuevo Testamento (Jn. 12:48) reveladas por medio de sus apóstoles inspirados (Jn. 13:20; 14:26; 16:13; 20:30-31). El Nuevo Testamento de Cristo constituye la revelación final (Jud. 3) y completa (Jn. 16:13) de Dios al hombre (Heb. 1:1,2; 9:6-13), y por este motivo debemos hacer todas las cosas en el nombre del Señor Jesús (Col. 3:17) y como para él (Col. 3:23). 


Rechazar la autoridad de Cristo es traer sobre sí mismo el disgusto de Dios (Jn. 12:48; Gal. 1:8,9; 2 Jn. 9; Apoc. 22:18,19). 

La palabra que Cristo trajo del cielo es la verdad (Jn. 8:31,32), y todo argumento contrario a la palabra de verdad es un engaño de Satanás (Jn. 17:17). 

Ahora bien, si Cristo ejerce su divina autoridad mediante su palabra (cf. Mat. 28:18; Jn. 12:48), y cada iglesia local es autónoma, ¿dónde está ubicada la autonomía de la iglesia local respecto a la palabra de Cristo?

Tres alternativas:

1. La autonomía está sobre la palabra de Cristo. Es decir, la iglesia local es autónoma de la palabra de Cristo, poseyendo poder sobre la palabra del Señor; y luego, la autoridad de Cristo está subordinada a la iglesia local. 


2. La autonomía está a la par de la palabra de Cristo. Es decir, la iglesia local posee la misma capacidad de la palabra del Señor, y entonces, si la iglesia dice algo habrá que obedecer a la iglesia porque ella expresa palabra autoritativa.

3. La autonomía está bajo la palabra de Cristo. Es decir, cada iglesia local es libre para dirigir sus asuntos obedeciendo la ley de Cristo. Dicho de otro modo, la palabra de Cristo tiene autoridad sobre la iglesia local, y es la palabra de Cristo la que ha facultado a la iglesia local de "autonomía". 


La alternativa correcta


Debido a la ausencia de información bíblica que respalde las primeras dos alternativas, comprometidos a no pensar más allá de lo revelado (1 Cor. 4:6) y hablando conforme a ello (1 Ped. 4:11), asumimos que la única alternativa posible es la tercera.


Aplicación


La autonomía de la iglesia local es, en primer lugar, la responsabilidad congregacional para obedecer el patrón doctrinal de Cristo (cf. 2 Tim 1:13), usando sobre sí el uniforme doctrinal distintivo que los apóstoles del Señor enseñaron en todas partes y en todas las iglesias (cf. 1 Cor. 4:17; Hech. 2:42). Libre de toda influencia de apostasía la iglesia local es responsable de organizarse para obedecer a su Señor.
La autonomía no le permite a la iglesia local el rechazar la verdad de Cristo. Puede hacerlo, pero no "debe" hacerlo. Puede por "rebeldía" ignorar o rechazar la palabra de Cristo, y en tal caso, lo hace en su "autonomía". Sin embargo, entendemos que hay diferencia entre "autonomía" y "desobediencia".


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