Por Josué Hernández
La Biblia afirma que Jesús ahora
está reinando sentado a la diestra de Dios (Hech. 2:29-36; Col. 1:13,14). Jesús
mismo afirmó, “me he sentado con mi Padre en su trono” (Apoc. 3:21). Entonces,
¿cuánto tiempo reinará Jesucristo? La Biblia responde esta pregunta de dos
maneras diferentes.
El ángel Gabriel informó a María,
“Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre
JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le
dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre,
y su reino no tendrá fin” (Luc. 1:31-33).
Esto es consistente con la
profecía de Daniel, quien dijo, “Y en los días de estos reyes el Dios del cielo
levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro
pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para
siempre” (Dan. 2:44).
“Y le fue dado dominio, gloria y
reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio
es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”
(Dan. 7:14).
El apóstol Pablo identificó el
final del aspecto presente del reinado de Jesucristo, especificando dicho final
luego de su segunda venida, “Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y
Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque
preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de
sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas
las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han
sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las
cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el
Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea
todo en todos” (1 Cor. 15:24-28).
Sabemos que la victoria sobre la
muerte será consumada en la resurrección general (Jn. 5:28,29; Hech. 24:15) en
el día postrero (Jn. 11:24; Mat. 13:40; 1 Cor. 15:51-58).
No hay contradicción de modo alguno. A diferencia de los
reinos humanos, que van y vienen, que se levantan y caen, el reino de
Jesucristo no tendrá fin. Sin embargo, cuando Jesús regrese, el mundo como lo
conocemos, incluido el tiempo y el espacio, dejará de ser (2 Ped. 3:10-12).
El gobierno entregado por el Padre al Hijo (Sal. 110:1,2)
será devuelto por el Hijo al Padre (1 Cor. 15:28) habiendo terminado su obra de
redentor con autoridad delegada (Mat. 28:18). El propósito eterno de Dios en
Cristo habrá sido consumado (Ef. 3:11). La dispensación del evangelio habrá
concluido. Ya no habrá sujeción del Hijo al Padre para nuestra redención, y Dios,
en tres personas, será todo en todas las cosas.
La más importante pregunta respecto a la soberanía de
Cristo es, ¿reina ahora Cristo en mi vida? Otra pregunta podría ser, ¿me he
subordinado a la autoridad soberana del Santo Hijo de Dios?
Para siempre
Hasta que él venga
¿Contradicción?