Las reuniones "virtuales" no son "reales"

 

Por Josué Hernández

 

Las “reuniones virtuales”, es decir, por video, son eso, “virtuales”, pero no son servicios de reunión “reales”. Por esto, ver una reunión por Zoom no es “congregarnos” (Heb. 10:25). 

Las reuniones virtuales permiten que estudiemos la palabra a distancia, pero no reemplazan a la reunión real de la iglesia local ("toda la iglesia se reúne en un solo lugar", "Cuando os reunís, cada uno de vosotros", "para que todos aprendan", 1 Cor. 14:23,26,31).

Los cánticos por videollamada no reemplazan a los cánticos en la asamblea reunida (1 Cor. 14:15; Col. 3:16; Ef. 5:19).

La presencia “física”, es decir, la presencia “real”, en las reuniones del pueblo de Dios es una cosa patente en las sagradas Escrituras ("perseveraban en el partimiento del pan", "El primer día de la semana, reunidos los discípulos", "cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros", "cada uno de vosotros ponga aparte algo", Hech. 2:42; 20:7; 1 Cor. 11:33; 16:1,2).

Sencillamente, no podemos decir “nos reunimos” si vimos y oímos lo que sucedía por videollamada. La iglesia local no fue organizada para "reunirse" virtualmente pretendiendo cumplir pasajes tales como Hechos 20:7 o Hebreos 10:25.

Ciertamente, aprovechamos todo medio para predicar el evangelio y aprender más de la palabra de Dios. Sin embargo, el punto es sencillo, las reuniones virtuales no son reales.

Debemos orar fervientemente para que nuestro buen Dios nos de la salida de esta dura prueba, y usar de toda prudencia para reunirnos presencialmente, es decir, realmente, según el ejemplo de los primeros cristianos.


Entradas que pueden interesarte