Las visiones en el libro Daniel

 


Por Josué Hernández
 

Mucha confusión respecto a los tiempos del fin está relacionada con la interpretación de la profecía, especialmente las profecías en los libros Daniel y Apocalipsis. El uso de tales libros es común en los cultos enfocados en el fin de los tiempos.
 
El premilenarismo dispensacional también depende en gran medida de tales libros. Con sus interpretaciones de las visiones del libro Daniel y el libro Apocalipsis han creado una historia fabulosa que cautiva la imaginación.
 
En la presente lección nos enfocaremos en visiones en el libro Daniel y ofreceremos algunas explicaciones con enlaces a estudios posteriores.

 
El sueño de Nabucodonosor: La imagen y la piedra
 
Nabucodonosor, rey de Babilonia, tuvo un sueño (Dan. 2:1-13), y Dios reveló el sueño a Daniel (Dan. 2:14-23), quien explicó el sueño y la interpretación al rey. Una visión de una gran estatua de oro, plata, bronce, y de hierro mezclado con arcilla, la cual es golpeada y destruida por una piedra que luego se convierte en un gran monte (Dan. 2:24-35).
 
Daniel describe la imagen como una representación de cuatro reinos que se levantarán y caerán:
  • El primero, representado por la cabeza de oro es definitivamente Babilonia (Dan. 2:37,38).
  • La historia mundial confirma que los siguientes tres reinos serían, el medo-persa, representado por el pecho y los brazos de plata (Dan. 2:39), el griego, representado por el vientre y los muslos de bronce (Dan. 2:39), y el romano, representado por las piernas de hierro, con los pies mezclados con hierro y arcilla (Dan. 2:40-43).
  • Durante los días de estos reyes, es decir, los reyes del cuarto reino, Dios establecería un reino que no sería jamás destruido, y que en sí mismo destruiría el reino de hierro y arcilla (Dan. 2:34,35,44,45).
Para identificar el cumplimiento de esta visión, debemos tener en cuenta los eventos registrados en la historia bíblica en los tiempos del cuarto reino, el imperio romano:
  • El anuncio de Gabriel a María (Luc. 1:31-33).
  • El mensaje de Juan el bautista (Mat. 3:1,2).
  • La proclamación de Jesús sobre el reino (Mar. 1:14,15).
  • Del registro inspirado aprendemos que Dios levantó su reino en el primer siglo (cf. Mar. 1:14,15; 9:1; Col. 1:13; Heb. 12:28; Apoc. 1:6,9).
 
La visión de las cuatro bestias
 
Esta visión consta de cuatro bestias del mar (Dan. 7:1-8), un juicio particularmente asombroso (Dan. 7:9-12) y la coronación del Hijo del hombre (Dan. 7:13,14). Esta es una visión de cuatro grandes bestias, seguida de dos visiones relacionadas, entrelazadas, involucrando al anciano de días y al Hijo del hombre (Dan. 7:15-29).
 
La similitud de esta visión con el sueño de Nabucodonosor no debe ser descuidada. Ambas visiones se refieren a cuatro reinos (cf. Dan. 7:17,23). Los cuatro reinos de Daniel 7 son los mismos cuatro reinos de Daniel 2:
  • El león con alas de águila representa a Babilonia (Dan. 7:4; 2:36-38).
  • El oso con costillas entre los dientes representa a Medo-persa (Dan. 7:5; 2:39).
  • El leopardo con cuatro alas y cuatro cabezas representa a Grecia (Dan. 7:6; 2:39).
  • La cuarta bestia con diez cuernos más uno representa a Roma (Dan. 7:7,8; 2:40-43).
Los diez cuernos y el cuerno pequeño pueden representar a emperadores o reyes que gobernaron durante eventos relacionados con el establecimiento del reino de Dios. La cuarta bestia de Daniel 7 es la misma bestia de Apocalipsis 13 y 17. Dios juzgaría a estos cuatro reinos y el dominio eterno sería dado al Hijo del hombre y a sus santos (Dan. 7:9-28).
 
Para identificar el cumplimiento de esta visión considere lo que se afirma del reino eterno de Dios, cuya manifestación visible es la iglesia:
  • Sería establecido en los días del imperio romano (Dan. 2:44; Luc. 1:30-33; Mar. 1:14,15; 9:1).
  • Es inaugurado luego de la ascensión de Jesucristo al cielo (Dan. 7:13,14; Hech. 1:9; 2:36; Ef. 1:20-23; 1 Ped. 3:22; Apoc. 1:5,9).
  • Sufrió una gran persecución desde el principio (Dan. 7:25; 2 Tim. 3:10-12; 1 Ped. 1:6; 4:12,13; 5:8-11; Apoc. 1:9; 2:10).
  • Aprendemos que los santos que perseveraron hasta la muerte continuaron reinando con Cristo, es decir, el reino no les fue quitado. Por lo tanto, esta visión ya fue cumplida (Dan. 7:18,22,27; 2 Tim. 2:12; Apoc. 2:26,27; 3:21,22; 20:4-6).
 
La visión del carnero y el macho cabrío
 
Un carnero de dos cuernos es vencido por un macho cabrío de un cuerno (Dan. 8:3-8), luego, el cuerno del macho cabrío fue quebrantado y reemplazado por cuatro cuernos notables (Dan. 8:8). De pronto, surgió un cuerno pequeño que se volvió arrogante y sacrílego (Dan. 8:9-12) y el santuario y el ejército fueron pisoteados por 2.300 días.
 
Gabriel explicó esta visión (Dan. 8:15-19), la cual es una referencia al tiempo del fin (Dan. 8:17,26), una referencia al tiempo del fin de la ira (Dan. 8:19).
  • El carnero de dos cuernos representa al reino Medo-persa (Dan. 8:20).
  • El macho cabrío con un cuerno notable representa al reino de Grecia (Dan. 8:21,22). El cuerno quebrantado es una referencia a Alejandro Magno. Los cuatro cuernos que surgen a la caída de Alejandro son sus cuatro generales. Su reino se dividió en cuatro. Surgiría un rey feroz, que finalmente sería derrotado (Dan. 8:23-25), este es Antíoco Epífanes (175-163 A.C.) quien impuso la cultura griega y profanó el templo.
  • La visión de las 2.300 tardes y mañanas (Dan. 8:26) puede referirse a los más de seis años de abominación por parte de Antíoco Epífanes (171-165 A.C.). Esta visión debía ser sellada porque se cumpliría unos 400 años más tarde.
Gabriel no nos deja con la duda, y por lo tanto podemos identificar fácilmente el cumplimiento de esta visión:
  • Se cumplió con el auge y caída de los reinos Medo-persa y Grecia (Dan. 8:19-25).
  • Involucra las abominaciones que sucedieron en el periodo intertestamentario (Dan. 8:12,13,24,26).  
  • Aprendemos que el fin descrito no es “el fin del mundo”, sino el tiempo del fin de la relación de Dios con Israel como nación del pacto (Dan. 8:17,26).
 
La visión de las setenta semanas
 
Estas 70 semanas son figuradas, “setenta semanas” significa literalmente siete unidades de siete:
  • El ángel Gabriel se le aparece a Daniel (Dan. 9:20-23), debido a su oración fundada en las promesas y carácter de Dios (9:1-19).
  • Setenta semanas están determinadas para Israel y Jerusalén, “para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos” (Dan. 9:24).
  • Lo que Gabriel explicó claramente apunta al Mesías; por lo tanto, las setenta semanas deben terminar con el tiempo del Mesías y el fin de la era judía.
 
Comenta Robert Harkrider: “El comienzo de las setenta semanas fue con el decreto para reconstruir Jerusalén que hizo Ciro (Esd. 1:1-4; Is. 44:26-28; 45:13). La semana 69 terminó con la venida de Cristo. Estas 69 semanas se dividen en dos grupos (7 semanas y 62 semanas). Se han hecho muchos intentos para fijar fechas exactas con esta profecía. El más común ha sido referirse a Ezequiel 4:6 y luego que cada día represente un año completo de tiempo. Sin embargo, no hay nada en este contexto que sugiera esta aplicación. De hecho, si hacemos que 69 semanas representen 483 años literales, tenemos un problema para determinar qué fecha se debe dar para el decreto inicial… El número siete y las unidades de siete se utilizan a lo largo de las Escrituras para indicar integridad, unidad o finalidad. La mitad de siete es un período de tiempo corto e incompleto. Si se pretendiera otra interpretación distinta a esta, algo dentro del contexto lo habría sugerido” (Daniel, A STUDY WORKBOOK FOR TEACHERS AND STUDENTS).
 
Las 70 semanas son el período hasta los tiempos de la primera venida de Cristo, y no un período futuro a nosotros, “hasta el Mesías Príncipe” (v.25). “Después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto” (26). “Y él hará un pacto firme con muchos por una semana, pero a la mitad de la semana pondrá fin al sacrificio y a la ofrenda” (27).
 
Después de las 69 semanas (Dan. 9:26). Preguntamos, ¿qué semana sigue a la 69? ¿No es la semana 70?
  • El Mesías sería muerto.
  • El pueblo de cierto príncipe destruiría la ciudad y el santuario.
  • El fin sería con inundación hasta el fin de la guerra.
 
Durante la semana número 70 (Dan. 9:27).
  • El Mesías príncipe confirmará su pacto con muchos.
  • A mediados de la semana 70 pondrá fin al sacrificio.
  • Al final de la semana 70 la ciudad de Jerusalén sería desolada (cf. Mat. 24:15).
 
El cumplimiento de esta profecía la podemos identificar si consideramos, en primer lugar, que la mayoría está de acuerdo en que las 69 semanas terminan con la primera venida de Cristo. Sin embargo, los premilenaristas creen la teoría del “reloj detenido” o “teoría paréntesis”, según la cual después del segmento de las 62 semanas Dios detuvo su reloj para un paréntesis, el cual comienza con la entrada triunfal de Jesús en la ciudad de Jerusalén, y que el reloj comienza a andar otra vez cuando ocurra el “rapto”. Por supuesto, no hay Biblia para tal fábula, y se requiere mucha imaginación y fanatismo para enarbolarla.
 
La semana setenta involucra el comienzo del ministerio terrenal de Cristo (Dan. 9:26). Jesucristo fue crucificado, a la mitad de la semana setenta, y con ello ya fue innecesario el sacrificio en el templo (Dan. 9:27).  
  • Mediante la predicación apostólica el nuevo pacto fue confirmado con muchos.
  • El “pueblo de un príncipe” (Dan. 9:26) fue el ejército romano que destruyó Jerusalén y el templo en el año 70 D.C., tal como Jesucristo lo predijo (cf. Mat. 24:15; Mar. 13:14; Luc. 21:20).
  • Aprendemos que esta visión ya ha sido cumplida en totalidad durante el primer siglo.
 
Visión del tiempo del fin
 
Un varón glorioso aparece a Daniel para indicarle lo que sucederá (Dan. 1-21) a su pueblo en los postreros días (v.14). Habría un gran conflicto persa-griego (Dan. 11:1-4). Surgirían cuatro reyes persas, y se levantaría un poderoso rey griego, cuyo reino sería repartido en cuatro partes. Habría conflicto entre Egipto y Siria (Dan. 11:5-20). El rey del sur (Egipto) ganaría fuerza, y haría una alianza fallida con el rey del norte (Siria).
 
El rey del sur (Egipto) se levantaría con ira (Dan. 11:7,8). El conflicto involucraría a otros (Dan. 11:9-14). Un poderoso rey del norte (Siria) se levantaría y luego se desplomaría (Dan. 11:15-19) seguido por otro que gobernaría por poco tiempo (Dan. 11:20). Surgiría un hombre vil y despreciable (Dan. 11:21-45) que tomaría el reino con intriga y provocaría al rey del sur (Egipto). Traería profanación y abominación a Israel, y sería resistido por valientes que conocen a Dios.
 
La victoria final del pueblo de Daniel fue profetizada (Dan. 12:1-3):
  • Miguel se levantaría.
  • Habría liberación para aquellos cuyos nombres se encuentren registrados.
  • Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serían despertados
  • Los sabios que guiaron a muchos resplandecerán
Instrucciones finales y respuestas dadas a Daniel (Dan. 12:4-13).
  • “sella el libro hasta el tiempo del fin” (Dan. 12:4; cf. 12:9).
  • “¿Cuándo será el fin de estas maravillas?” (Dan. 12:5-7). “será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo”. “cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas”.
  • “¿cuál será el fin de estas cosas?” (Dan. 12:8-13). “desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días”. “Bienaventurado el que espere, y llegue a mil trescientos treinta y cinco días”.
 
Esta visión revela lo que sucedería a Israel en los últimos días (Dan. 10:14). Comienza con los reyes persas que viven poco después de Daniel (Dan. 11:2). El poderoso rey griego es indudablemente Alejandro Magno, cuyo imperio fue dividido entre sus generales (Dan. 11:3,4). El conflicto egipcio-sirio, descrito tan vívidamente, ocurrió desde 300 al 175 A.C. (Dan. 11:5-20). El hombre vil y despreciable es Antíoco Epífanes (Dan. 11:21-35).
 
Desde Daniel 11:36-45 tenemos dos posiciones conservadoras, se profetiza todavía acerca de Antíoco Epífanes de Siria, o se comienza a profetizar acerca de los emperadores romanos. Este estudiante de la Biblia cree que la interpretación que señala a la dictadura romana sería la más indicada.
 
El cumplimiento de esta visión sucedió en gran parte en el período intertestamentario, y comprendemos que “el tiempo del fin” es una indicación a los días finales del trato de Dios con Israel como nación del pacto, culminando dicha profecía en la gran tribulación bajo la roma imperial
  • Se indica una resurrección de muchos. La resurrección espiritual de todos los que aceptaron a Cristo (Jn. 5:25), aunque no todos los resucitados se mantuvieron fieles (cf. Mt. 24:10-13).
  • El pueblo de Dios no sería destruido (Dan. 12:7). A Roma le fue concedida la capacidad para perseguir al pueblo de Dios (Apoc. 13:7), pero Roma cayó como imperio mundial, y el reino de Dios continuó. El pueblo de Dios puede ser esparcido y perseguido, pero no “destruido” (cf. Dn. 2:44; 7:13,25-27; Heb. 12:28).
 
Conclusión
 
Mucha confusión se ha producido por frases descontextualizadas:
  • “el tiempo del fin” (Dan. 8:17; 11:35,40; 12:4,9).
  • “al fin de la ira” “postreros días” (Dan. 8:19; 10:14)
  • “para muchos días” “para esos días” (Dan. 8:26; 10:14).
Tales frases se usan para describir eventos en los últimos días en relación con Israel, Persia, Grecia, y Roma. Eventos que se fueron cumpliendo en el futuro de Daniel, y que los vemos cumplidos en el pasado nuestro.
 
Hay buenas razones para creer que las visiones de Daniel han sido cumplidas completamente, y ciertamente, estamos bien ubicados interpretando las Escrituras a la luz de las claras enseñanzas de Cristo y sus apóstoles en lugar de acudir a sistemas de escatología que son populares, pero que literalizan las profecías del Antiguo Testamento y no respetan su contexto.