Por Josué Hernández
La
uniformidad de la Biblia
- Moisés, un líder político instruido en las “universidades” de Egipto
- Pedro, un pescador.
- Amós, un pastor de animales.
- Nehemías, un copero del rey.
- Josué, un líder militar.
- Daniel, un primer ministro.
- Lucas, un médico.
- Salomón, un rey.
- Mateo, un recaudador de impuestos.
- Pablo, un rabino que hacía tiendas.
- Moisés, en el desierto.
- Jeremías, en una mazmorra.
- Daniel, en un palacio.
- Pablo, en una prisión.
- Lucas, mientras viajaba.
- Juan, en el exilio en Patmos.
- Josué, en los rigores de una campaña militar.
- David, en tiempos de guerra. Salomón, en tiempos de paz.
- En los Salmos, en las alturas de la alegría, y en las profundidades del dolor.
- Poesía
- Narración histórica
- Canción
- Expresión romántica
- Tratado didáctico
- Correspondencia personal
- Memorias
- Sátira
- Biografía
- Ley
- Profecía
- Parábola
- Alegoría
- Asia, África y Europa.
- Hebreo, Arameo y Griego.
- El origen del hombre y el universo.
- La naturaleza del hombre.
- La naturaleza de Dios.
- El pecado y la redención humana.
- El matrimonio, el divorcio y las segundas nupcias.
- La homosexualidad.
- El adulterio.
- La verdad y la mentira.
- Singular en su circulación, el libro más vendido, distribuido y leído en la historia humana.
- Singular en su traducción, traducida a más de 2200 idiomas los cuales representan el vehículo de comunicación primario para el 90% de la población mundial.
- Singular en su supervivencia, a pesar de ser escrita sobre materiales perecederos, y soportar el fuego de la persecución y la crítica.
- Singular en sus enseñanzas, las cuales cambian la vida y transforman el carácter.
- Singular en su influencia, sobre la literatura y la civilización.
Compare la armonía y continuidad de la
Biblia con cualquier otro escrito del hombre. Es cosa de imaginar lo que
sucedería si tomásemos los escritos de diez autores de diversas generaciones,
lenguas, culturas, estados de ánimo e idiomas, y comparásemos sus
composiciones, ¿se produciría armonía y continuidad?
Sólo hay una razón para la unidad
armoniosa de la Biblia. Sus escritores fueron movidos por el Espíritu Santo (2
Ped. 1:20,21). Esta es una tremenda evidencia de que la Biblia es la bendita palabra
de Dios.
En la Biblia hay verdades científicas
que se declaran como hechos a pesar de no ser conocidos por la sabiduría de los
hombres de aquellos años. Estos hechos se mencionan con total naturalidad
cientos de años antes del ejercicio de la ciencia moderna. Los escritores bíblicos
sólo podrían haber sabido de estos hechos por revelación divina. Algunos
ejemplos:
Las profecías en el Antiguo Testamento
predijeron eventos en detalle que estaban más allá del alcance de la especulación
humana. Entonces, ¿cómo profetizaron tales cosas los escritores bíblicos? Sencillamente,
ellos lo atribuyeron a Dios. Dios declaró que tal evidencia era una prueba de
su existencia y superioridad sobre los hombres y sobre todos los dioses paganos
(Is. 41:21-24; 42:8,9; 46:8-11). Algunos ejemplos:
La Biblia ha tenido un impacto en el
arte, la música, la literatura, en la educación, en sistemas judiciales, e
incluso en la ciencia.
“No podemos leer la historia de
nuestro ascenso y desarrollo como nación, sin tener en cuenta el lugar que ha
ocupado la Biblia dando forma a los avances de la República” (Franklin
Roosevelt).
“La base fundamental de las leyes de
esta nación le fue dada a Moisés en el monte Sinaí. La base fundamental de
nuestro sistema judicial y de derecho proviene de las enseñanzas que recibimos
desde Éxodo a Mateo, desde Isaías a Pablo” (Harry Truman).
“Si sacas tus estatutos, tu
constitución, y tu vida familiar del libro sagrado, ¿qué habría de unir a la
sociedad?” (Benjamín Harrison).
La Biblia ha transformado la vida de
millones de personas, motivándolos a ser predicadores y mártires de la fe,
haciendo de los hombres mejores cónyuges, padres, amigos, vecinos y
trabajadores. Innumerables personas están de acuerdo con las palabras de David
en Salmo 19:7-11
“Tan grande es mi veneración por la
Biblia que cuanto antes los niños comienzan a leerla más segura es mi esperanza
que demostrarán ser ciudadanos útiles de su país y miembros respetables de la
sociedad. Lo he hecho por muchos años como una práctica común el leer toda la
Biblia una vez al año” (John Quincy Adams).
“En todas mis perplejidades y
angustias la Biblia siempre me dio luz y fuerza” (Robert E. Lee).
“Si hay algo en mis pensamientos o
estándar para elogiar, el crédito se debe a mis padres por inculcarme un
profundo amor temprano por las Escrituras. Si cumplimos con los principios
enseñados en la Biblia, nuestro país seguirá prosperando y prosperando; pero,
si nosotros y nuestra posteridad descuidamos sus instrucciones y autoridad,
nadie puede decir que tan repentina será la catástrofe que nos abrume y
entierre toda nuestra gloria en la profunda oscuridad” (Daniel Webster).
La evidencia a favor de la Biblia como
palabra de Dios es objetiva y subjetiva. La evidencia objetiva incluye su
unidad y armonía, su conocimiento precientífico, y profecías cumplidas. La
evidencia subjetiva incluye el impacto sobre nuestras vidas y naciones.
“Creo que la Biblia es el mejor regalo
que Dios le ha dado al hombre. Todo el bien del Salvador del mundo nos es
comunicado a través de este libro” (Abraham Lincoln).
“Dentro de las portadas de este libro
único, la Biblia, están todas las respuestas a todos los problemas que
enfrentamos hoy, si sólo la leyéramos y creyéramos” (Ronald Reagan).
El
reconocimiento científico de la Biblia
- La redondez de la tierra (Is. 40:22).
- La suspensión de la tierra en el espacio (Job 26:7).
- Las corrientes marítimas (Sal. 8:8).
- Los manantiales de los mares (Job 38:16).
- Todas las naciones de una sóla sangre (Hech. 17:26)
Las profecías
cumplidas en la Biblia
- La caída de Babilonia, escrita unos doscientos años antes (Is. 13:17-22).
- La caída de Egipto, más por la guerra civil que por fuerzas externas (Is. 19:1-4).
- La caída de Nínive, con su completa desolación (Sof. 2:13-15).
- La caída de Tiro, convirtiéndose en un lugar donde los pescadores tenderían sus redes (Ez. 26:1-5).
El impacto de
la Biblia
Conclusión