Sabiduría en asuntos familiares

 


Por Josué Hernández

 
A medida que continuamos con nuestro estudio en Proverbios, siempre queremos sensibilizarnos a dos cosas. En primer lugar, y aunque parezca tan obvio, “la vida es corta”. En segundo lugar, y aunque parezca algo que no se necesita reiterar, “nuestra existencia eterna será determinada por cómo vivimos esta corta vida terrenal”.
 
Es imperativo, por lo tanto, que no perdamos nuestro tiempo con decisiones necias, que ponen en riesgo nuestro destino eterno, y que hacen nuestra vida miserable.
 
El efecto directo de la sabiduría, o de la falta de ella, se contempla en las relaciones familiares: “Quien turba a su misma casa, heredará el viento” (Prov. 11:29, VM). Si la vida es corta, y la familia crece demasiado rápido, no podemos dejar los asuntos familiares a la suerte o al “ensayo y error”.
 
Debemos urgentemente buscar consejo para los asuntos familiares, pero, ¿a dónde iremos por ayuda? ¿Iremos a los llamados “expertos” del secularismo? Para nuestro gozo, Dios ha revelado todos los consejos suficientes para formar y mantener una familia, y gran parte de estos consejos están en el libro Proverbios.
 
Sabiduría al reconocer, o distinguir, lo que la familia necesita
 
Muchas personas piensan que su familia necesita cosas tales como, comida, ropa, salud, y una casa. Otros agregarían a la lista cosas tales como, juguetes y entretención, ¿y por qué no? ¡un celular! Y, una buena educación. Hay mérito en estas cosas, no lo negamos, pero Dios en el libro Proverbios nos enseña que estas cosas no han de tener la prioridad en nuestro corazón.
 
Entonces, ¿qué necesita mi familia?
 
Temor de Dios, “Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que el gran tesoro donde hay turbación” (Prov. 15:16).
  • “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.” (Prov. 1:7).
  • “El temor de Jehová aumentará los días; mas los años de los impíos serán acortados” (Prov. 10:27).
  • “En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos. El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte” (Prov. 14:26,27).
  • “Con misericordia y verdad se corrige el pecado, y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal” (Prov. 16:6; cf. 8:13).
  • “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová” (Prov. 22:4).
 
Amor, “Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio” (Prov. 15:17).
  • Trabajar para mantener un ambiente de amor es más importante que trabajar para que sólo haya abundancia material.
  • Los niños con problemas provienen de hogares donde falta “amor”, no donde faltaba el dinero.
 
Paz, “Mejor es un bocado seco, y en paz, que casa de contiendas llena de provisiones” (Prov. 17:1).
  • Si la familia trabaja para mantener y fomentar la paz, disfrutará de lo que el dinero y las posesiones no pueden comprar.
  • Piénselo, ¿qué valor tiene el dinero para una familia si ésta se divide por las cosas que el dinero compra?
  • ¿Qué es más importante para el sabio, lo espiritual o lo material?
 
Sabiduría al garantizar, afianzar, lo que la familia necesita
 
Sea justo, “Camina en su integridad el justo; sus hijos son dichosos después de él” (Prov. 20:7).
  • El Señor se ha comprometido en velar por las necesidades de los justos y satisfará sus vidas adecuadamente (cf. Sal. 37:25; cf. Mat. 6:33; Heb. 13:5,6).
  • ¡Cuán bendecidos son los hijos de padres temerosos de Dios! Sin embargo, los padres que no ponen primeramente a Dios en sus vidas primero, son padres que “existen” sin la ayuda de Dios, y sus hijos sufrirán las consecuencias también (cf. Ex. 20:5; Jer. 32:18; Gal. 6:7).
 
Concéntrese en la sabiduría, “Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable” (Prov. 24:3,4).
  • Esto significará el estudio cuidadoso y la aplicación perseverante de los principios de sabiduría en la palabra de Dios (cf. 2 Tim. 3:15-17).
  • Esta es la vida dedicada del buen discípulo de Cristo “en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Col. 2:2,3; cf. Mat. 12:42).
 
Conclusión
 
Necesitamos de la sabiduría de Dios para reconocer y garantizar lo que nuestra familia necesita.
 
Debido a que gran parte de nuestra felicidad depende de los asuntos familiares, debemos reconocer el consejo de Dios en el libro Proverbios y esforzarnos por aplicar estos principios.