Por Josué Hernández
Ciertamente, el libro Proverbios es una guía divina muy útil para darnos sabiduría para seleccionar a un buen cónyuge, como aprendimos en la lección anterior. Importantes preguntas buscan respuesta: ¿Con quién me casaré? ¿Con quién criaré a mis hijos?
Cómo ser una buena
esposa
- Confiable: “El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias” (Prov. 31:11).
- Amorosa: “Le da ella bien y no mal todos los días de su vida” (Prov. 31:12).
- Hábil: “Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos… No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles. Ella se hace tapices; de lino fino y púrpura es su vestido” (Prov. 31:13,21,22). “Es como nave de mercader; trae su pan de lejos. Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas” (Prov. 31:14,15).
- Industriosa: “Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos. Ciñe de fuerza sus lomos, y esfuerza sus brazos. Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche. Aplica su mano al huso, y sus manos a la rueca… Hace telas, y vende, y da cintas al mercader” (Prov. 31:16-19,24).
- Compasiva: “Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso” (Prov. 31:20).
- Fuerte y digna: “Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir” (Prov. 31:25; cf. 1 Ped. 3:3,4).
- Prudente: “Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua” (Prov. 31:26; cf. Ef. 4:29; Col. 4:6).
- Previsora: “No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles… Considera los caminos de su casa…” (Prov. 31:21,27).
- Teme a Dios: “Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas. Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada” (Prov. 31:29,30; cf. 1:7).
- Contenciosa: “Mejor es vivir en un rincón del terrado que con mujer rencillosa en casa espaciosa… Mejor es morar en tierra desierta que con la mujer rencillosa e iracunda” (Prov. 21:9,19).
- Odiosa: “Por tres cosas se alborota la tierra, y la cuarta ella no puede sufrir: Por el siervo cuando reina; por el necio cuando se sacia de pan; por la mujer odiada cuando se casa; y por la sierva cuando hereda a su señora” (Prov. 30:21-23).
Cómo ser un buen
marido
- Permita a su esposa el desarrollar sus propias habilidades, y déjela cosechar los frutos de su esfuerzo: “Dadle del fruto de sus manos, y alábenla en las puertas sus hechos” (Prov. 31:31).
- Asegúrese de elogiar a su esposa con frecuencia: “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba: Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas” (Prov. 31:28,29).
- Demuestre a su esposa que confía en ella: “El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias” (Prov. 31:11).
- Conténtese con su esposa: “Bebe el agua de tu misma cisterna, y los raudales de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, y tus corrientes de aguas por las plazas? Sean para ti solo, y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud, como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, y en su amor recréate siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la mujer ajena, y abrazarás el seno de la extraña? Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y él considera todas sus veredas” (Prov. 5:15-21).
Conclusión