Actitudes esenciales para ser útiles en la obra del Señor

 
Por Josué Hernández
 
 
A menudo, la obra del Señor no progresa porque los que se dicen “cristianos” no poseen las actitudes adecuadas.
 
Esta lección tratará de enumerar y explicar algunas de las actitudes que el cristiano ha de manifestar en la evangelización.
 
Una fe poderosa
 
Si nada se cree, nada se hará. Si no creemos que podemos hacer algo, ni siquiera vamos a intentarlo. El ejemplo de los espías bien ilustra el punto (Num. 13:17-33; 14:11-12). Sin embargo, con la fe todas las cosas son posibles (Mat. 17:14-21). La fe viva está unida a las obras de obediencia (Sant. 2:14-26).
 
Un corazón gozoso (Fil. 4:4)
 
Los cristianos no han de caracterizarse por andar abatidos y desesperanzados. Hay tantas cosas buenas por las cuales el hijo de Dios puede estar agradecido. Uno debería regocijarse por la oportunidad de ser útil sirviendo a su Señor.
 
Perseverancia en la oración
 
La oración de los justos puede lograr mucho (Sant. 5:16-18; Mat. 21:18-22). Los que están lo suficientemente interesados como para orar, estarán lo suficientemente interesados para trabajar. 
 
Estamos seguros de que Dios responde la oración perseverante de su pueblo (Mat. 7:7-11). Por lo tanto, debemos orar a aquel que puede cambiarlos (Ef. 3:20) y debemos orar para que las cosas cambien. Ahora bien, di Dios no cambia las cosas, debemos orar para que nuestros deseos puedan cambiar para ajustarse a su voluntad. Nunca debemos renunciar al anhelo de hacer que las cosas cambien para mejor por medio de nuestra oración.
 
Un amor personal
 
El cristiano debe amar a su Señor (Jn. 14:23-24; cf. 1 Jn 2:4; 5:3) y a sus hermanos (Heb. 13:1; 1 Jn. 4:20-21; Heb. 10:24-25).
 
Para evangelizar exitosamente se requiere mutuo amor y armonía (1 Cor 1:10; Fil. 2:1-4), y también, amor a los perdidos (cf. Luc. 19:10; 15:1-32). Si el llamado “cristiano” no tiene amor, nada de esto le importará (1. Cor 13:1-3).
 
Un esfuerzo persistente
 
El esfuerzo persistente es el secreto del éxito (Mat. 7:7,8; Luc. 18:1-8). ¿Se logra lo bueno sin esforzarnos? Algunos ejemplos exitosos de persistencia son Noé (Gen. 6:3) y Pablo (Fil. 3:12-15), ¿recuerda otros ejemplos de persistencia fiel?
 
Debemos estar viviendo una vida de servicio persistente (Rom. 12:1-2; 1 Cor. 15:58) y no debemos desanimarnos por la falta de resultados. El Señor no juzgará los resultados, sino el esfuerzo. Nosotros no seremos condenados por la falta de resultados, sino por falta de esfuerzo: “Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor. Acaso ellos escuchen; pero si no escucharen, porque son una casa rebelde, siempre conocerán que hubo profeta entre ellos” (Ez. 2:4,5).
 
Conclusión
 
Cada discípulo de Cristo debe poseer las actitudes antes discutidas. Si la obra del Señor se llevará a cabo, será llevada adelante por los amorosos, gozosos, fieles y persistentes.
 
La pregunta es, ¿tienes lo necesario para trabajar para el Señor?

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