Por
Josué Hernández
En
Mateo 7:12 el Señor Jesús enseñó “La regla de oro”, la
sinopsis perfecta del tipo de justicia que Jesús demanda de los
ciudadanos del reino de los cielos en relación al hombre con su
prójimo.
“Este
es un precepto sumamente sublime y muy digno de la grandeza y caridad
del Dios justo que lo dio. El significado general de esto es: 'Guiado
por la justicia y la misericordia, haz a todos los hombres todo lo
que te gustaría que te hicieran a ti, si fueran tus circunstancias y
las de ellos al revés'... Sin embargo, este dicho puede
malinterpretarse. Si el prisionero preguntara al juez, '¿estaría
usted contento con que lo ahorcaran, si estuviera en mi caso?',
sencillamente el juez respondería 'No'. Entonces, el prisionero
diría, 'haz a otros lo que te gustaría que te hagan a ti'... Pero,
ninguno podría actuar como un hombre libre de la ley; y el juez
tendría que hacer con el prisionero lo que han acordado
públicamente, es decir, ser fieles a la ley que han consentido, que
si alguno de los dos roba, se le ahorque” (Adam Clarke citando a
Selden).
La
regla de oro versus las reglas de plata
Muchos
creen que Jesús repitió lo que otros ya habían enseñado, por
ejemplo:
- La religión indú enseña, “Esta es la suma del deber: No hacer nada a los demás que si se hace a ti causaría dolor” (El Mahabharata).
- La religión budista enseña, “No lastimes a los demás con lo que te duele” (Udanavarga).
- Las tradiciones judías enseñaban, “Lo que es odioso para ti, no lo hagas con tus semejantes. Esto es toda la ley, el resto son comentarios” (El Talmud).
- La religión musulman enseñó, “Ninguno de ustedes es creyente hasta que desee a su hermano lo que desea para sí mismo” (Hadith).
- La fe bahaí enseña, “No debe desear a otros lo que no desea para sí mismo, ni prometer lo que no cumplirá” (El libro de la certeza).
- Isócrates (436-338 A.C.) dijo, “No hagas a los demás lo que te enoja si te lo hacen a ti”
- “Tzu-kung preguntó: ¿Hay una sola palabra que pueda servir de guía para conducirnos a lo largo de la vida? Y el maestro dijo: Es quizá la palabra “shu”, no impongas a los demás lo que tu mismo no deseas” (Analectas, 15.24).
Pero,
la regla de Jesús fue positiva, mientras que la mayoría de las
anteriores no lo son. El gobierno de Jesús requiere que hagamos algo
favorable a los demás, mientras que las demás religiones solo
prohiben hacer algo desfavorable al prójimo, es decir:
- Jesús: “Haz a los demás lo que quieres que te hagan a ti”.
- Otras religiones: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”.
Con
las demás religiones todo lo que se requiere en el trato con el
prójimo es que no se dañe a los demás. En cambio, con Jesús, se
requiere el expresar bondad a los demás. La regla de Jesús es
verdaderamente “La regla de oro”, mientras que las otras solo son
de plata, y tal vez, solo de bronce.
La
única excepción parece ser la que se encuentra en la religión del
Islam. Sin embargo, parte del Islam se basa en lo que Jesús enseñó
600 años antes de Mahoma.
La
regla de oro en sí
“Así
que” (Mat. 7:12, RV 1960),
“Por
eso” (LBLA),
“Por
tanto” (VM).
“Son
palabras que indican una conclusión de lo antes dicho, pero
¿conclusión de qué? De toda la enseñanza del Sermón del Monte
que tiene que ver con relaciones correctas entre los hombres (y
mayormente entre hermanos)” (W. Partain).
“expresa
un principio fundamental del reino de los cielos. Los ciudadanos del
reino de los cielos la practican. Es la base fundamental de nuestra
relación con otros” (Ibid.).
“Es
una expresión de la voluntad de Dios. Con esta regla Dios nos
gobierna. Si no aceptamos esta regla rechazamos la voluntad de Dios”
(Ibid.).
“todas
las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros” (Mat.
7:12, RV1960).
“todo
cuanto queráis que os hagan los hombres” (LBLA).
“cuanto
quisieres que os hagan a vosotros los hombres” (NC).
Una
directriz para una conducta justa hacia los demás, lo cual está en
armonía con la ley y los profetas:
- Tal como lo hemos visto en el resto de las enseñanzas de Jesús (cf. Mat. 5:21-48).
- Esta regla resume todo lo que la ley y los profetas requerían del hombre (cf. Rom. 13:8-10).
“así
también haced vosotros con ellos” (Mat. 7:12, RV 1960),
“haced
vosotros también así con ellos” (VM),
“hacédselo
también vosotros a ellos” (JER).
Un
tipo de navaja multiuso:
- Un instrumento que está listo para ser utilizado.
- Por ejemplo, incluso en una emergencia, cuando no hay tiempo para buscar el consejo de algún buen hermano y amigo, la regla de Cristo será la guía para la acción adecuada.
Tratemos
a los demás como necesitaríamos ser tratados en una situación
semejante, y es poco probable que hagamos algo incorrecto.
Conclusión
Jesús
no vino a destruir la ley y los profetas, sino a cumplir. Al cumplir
la ley y los profetas Jesús resumió lo que Dios siempre ha querido
del hombre para con su prójimo.
“Diversas
versiones de la "la regla de oro" existían antes de
Cristo, en los escritos rabínicos e incluso en el hinduismo y el
budismo. En todos los casos se menciona la regla como orden negativa,
como en la versión del rabí Hillel, "Lo que sea odioso para ti
mismo, no lo hagas a los demás". Jesús aplicó la regla de oro
como orden positiva, enriqueciendo su significado y subrayando que
este mandamiento resume apropiadamente la esencia entera de los
principios éticos contenidos en la ley y los profetas” (J.
MacArthur).
“La
justicia exigida por el AT se cumple en los creyentes convertidos que
de esta manera andan conforme al Espíritu (Rom. 8:4). Si este
versículo fuese obedecido de manera universal, transformaría todas
las áreas de relaciones internacionales, de la política nacional,
de la vida familiar y de la vida de la iglesia” (W. MacDonald).
Mateo
7:1-12 nos presenta un tema contínuo: “La justicia del
reino de los cielos en relación al trato del hombre con su prójimo”,
y los puntos básicos son tres:
- Tenga cuidado al juzgar a los demás.
- Persevere en buscar la ayuda de Dios para discernir adecuadamente.
- Trate a su prójimo como usted quiere ser tratado.