Por Josué Hernández
Una
doctrina fundamental de la fe cristiana es “la segunda venida de
Cristo”, la cual indica que Jesús regresará físicamente un día
para dar comienzo a una serie de eventos que transformarán nuestra
existencia.
Esta
segunda venida de Cristo no debe confundirse con otras “venidas”
del Señor. La Biblia habla de más de una “venida” o “día
del Señor”. En el Antiguo Testamento Dios vino en juicio sobre
varias naciones y en varias ocasiones (cf. Is. 13:1-22; 19:1; Gen.
11:5-9). Jesús también habló de más de un “día” (cf. Luc.
17:22). Uno de esos días fue su venida en juicio sobre Jerusalén
en el año 70, como fue predicho en el discurso de los olivos (Mat.
24:29-31,34; Mar. 13:14-30; Luc. 21:20-32).
La
segunda venida de Cristo será el día postrero, al final del tiempo
como lo conocemos, el comienzo de una existencia totalmente nueva
que durará una eternidad.
La
promesa de la segunda venida de Cristo
Jesús
mismo, la noche que fue entregado, prometió volver (Jn. 14:1-3), y
consoló a sus discípulos con la promesa de su regreso.
Ángeles
de Dios anunciaron el regreso del Señor Jesús cuando recién Jesús
ascendía al cielo (Hech. 1:9-11). Esta promesa indica una venida de
la misma manera, o forma, en que el Señor fue visto partir al cielo.
Los
apóstoles predicaban la segunda venida de Cristo como un hecho.
Pedro en su segundo sermón registrado en Hechos ya hablaba de estas
cosas (Hech. 3:19-21). Pablo, escribiendo a los corintios (1 Cor.
11:26; 15:22,23), a los tesalonicenses (1 Tes. 1:9,10; 2:19; 3:13), y
a Timoteo (2 Tim. 4:1). el escritor a los hebreos (Heb. 9:27,28), y
el apóstol Juan (1 Jn. 2:28; 3:2; 4:17).
El
propósito de la segunda venida de Cristo
Levantar
a los muertos:
- Justos e injustos serán resucitados en aquél día (Jn. 5:28,29)
- Esta será una sola resurrección, una resurrección general (Hech. 24:15)
- Con cuerpo incorruptible (1 Cor. 15:50-54).
- El pueblo de Dios será arrebatado y llevado por el Señor (1 Tes. 4:16-18).
Entregar
el reino al Padre:
- Cuando todos resuciten en su venida (1 Cor. 15:22-24)
- En oposición a la opinión de algunos, Jesucristo ha estado reinando desde el día en que se sentó a la diestra de Dios
- Él es Señor y Cristo (Hech. 2:30-36), Rey de reyes y Señor se señores (1 Tim. 6:15; Apoc. 19:16)
- Toda autoridad le ha sido dada (Mat. 28:18; Ef. 1:20-22; 1 Ped. 3:22).
- Los cristianos están en el reino de Cristo (Mar. 9:1; Col. 1:13; Apoc. 1:9).
- Continuará reinando hasta que haya puesto a todos sus enemigos por estrado de sus pies (1 Cor. 15:25,26, 51-54). Tal como la profecía explica que el reinado del Mesías es simultáneo con la oposición de sus enemigos (Sal. 110:1,2).
- Cristo no vendrá para establecer un reino, sino para entregar el reino al Padre.
- Como Pablo lo afirmó (1 Cor. 15:23-26).
- Lo cual sucederá luego de la resurrección general (1 Cor. 15:23,26; Hech. 24:15).
Juzgar
al mundo y castigar el mal (Jud. 14,15):
- Dios ha designado un día para aquel juicio (2 Ped. 3:7).
- El juez designado es Jesucristo (Hech. 17:31; 2 Cor. 5:10).
- El estándar por el cual Cristo juzgará son sus palabras (Jn. 12:48).
- Cada cual escoge su destino (Rom. 2:5-11).
- Será un día de perdición para los impíos (2 Ped. 3:7).
- Aquellos que no conocen a Dios ni obedecen su evangelio (2 Tes. 1:7-10).
- Los que no están registrados en el libro de la vida (Apoc. 20:11-15).
- Llevar a su pueblo a disfrutar de su comunión eterna en los “cielos nuevos y tierra nueva”
- Como lo enseñó el apóstol Pedro (2 Ped. 3:10-14).
- Lo cual seguirá a la aniquilación de los cielos y tierra actuales.
- Un nuevo orden de cosas en los cielos (cf. 1 Ped. 1:3,4; Fil. 3:20).
- Como lo enseñó el apóstol Juan (Apoc. 20:11; 21:1).
- Será el lugar donde permanecerá para siempre la nueva Jerusalén (Apoc. 3:12; 21:10).
- Donde morará Dios con su pueblo para siempre (Apoc. 21:3; 22:3-5; 7:15-17).
Conclusión
Si
no habrá una “segunda venida de Cristo”, entonces no habrá una
resurrección general de los muertos, ni habrá transferencia del
reino al nuevo orden celestial, ni habrá un juicio general, final y
definitivo, y el castigo del mal.
Si
no habrá una “segunda venida de Cristo”, tampoco habrá cielos
nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia, y, por lo
tanto, los cristianos son dignos de lástima.
- Porque si los muertos no resucitan, Cristo tampoco resucitó (1 Cor. 15:16).
- Porque la fe cristiana es inútil, y todavía estamos en nuestros pecados (1 Cor. 15:17).
- Porque todos los santos que murieron esperando la segunda venida de Cristo perecieron (1 Cor. 15:18).
- Porque nuestra esperanza es aniquilada con la muerte física (1 Cor. 15:19).
Pero,
podemos tener confianza en la “segunda venida de Cristo!
- Porque hay un Dios.
- Porque la Biblia es su palabra.
- Porque Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios.
- Aquel día vendrá, mientras Dios espera en su paciencia que procedamos al arrepentimiento (2 Ped. 3:8,9).
- Debemos esperar
- Orando (Luc. 21:34.36; 2 Ped. 3:14).
- Expectantes (Fil. 3:20,21).
- Pacientemente (Heb. 10:35-39).