Comunión, lo que es y lo que implica



Por Josué Hernández


“Y este es el mensaje que hemos oído de El y que os anunciamos: Dios es luz, y en El no hay tiniebla alguna. Si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; mas si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado” (LBLA).

“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! Participa en sus malas obras” (2 Jn. 9-11).

Frente a estos pasajes, y otros varios semejantes, preguntamos: ¿Qué es la comunión? ¿Qué involucra la comunión? ¿Es pecado el expresar una comunión indebida? ¿Por qué?

Comunión, definición y uso
  • KOINOS: Tener en común.
  • KOINONÓS: Socio, asociado, compañero, cómplice, participante, partícipe.
  • KOINONEO: Participar, compartir.
  • KOINONIA: Compañerismo, asociación, participación, comunión.

Hay comunión en el compañerismo, participación o asociación con alguien al participar en alguna actividad conjunta, ya sea una asociación laboral (Luc. 5:10), o la asociación en un delito (Mat. 23:30).

Hay comunión en el compañerismo, participación o asociación en una relación de semejanza o naturaleza común:
  • El Hijo de Dios participó de carne y sangre para derrotar a Satanás (Heb. 2:14).
  • Los hebreos perseguidos fueron hechos compañeros de los que sufrían una situación semejante (Heb. 10:33).
  • “por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia” (2 Ped. 1:4, LBLA; cf. Heb. 12:10).
  • “Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo un olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas de la rica savia de la raíz del olivo” (Rom. 11:17, LBLA).

Comunión, lo que involucra

Ya que la comunión es compañerismo o asociación con alguien al participar en alguna actividad conjunta, los obedientes disfrutamos del compañerismo con los apóstoles, con Dios y con Cristo, al permanecer en la revelación del evangelio (1 Jn. 1:3,7), a su vez que los que alientan, apoyan, y se asocian, con los desobedientes, participan de sus malas obras:
  • Ya sea un falso maestro (2 Jn. 9-11; cf. Rom. 16:17,18).
  • Ya sea un acusador sin evidencia (1 Tim. 5:22).
  • Ya sean las obras de las tinieblas (Ef. 5:11; cf. Apoc. 18:4).
  • Ya sea un yugo desigual con los infieles (2 Cor. 6:14-18).
  • Ya sea un hermano quitado y entregado a Satanás (1 Cor. 5:11).

El evangelio llama a los hombres a la comunión con el Hijo de Dios (1 Cor. 1:9). Los que tienen comunión con Cristo son los miembros que integran su cuerpo (1 Cor. 12:13) sujetos a él (12:12,27). Los miembros en comunión con la cabeza del cuerpo reciben la abundancia de su gracia (Ef. 1:23).

Considérese con atención la siguiente ilustración:
  • Hubo comunión con Dios en el culto judío, al participar del altar de Dios que lo representaba (1 Cor. 10:18).
  • Al participar de la copa y del pan, el cristiano tiene comunión con Cristo (1 Cor. 10:16) y con los demás miembros del cuerpo de Cristo en la mesa del Señor (1 Cor. 10:17,21).
  • Al participar del error religioso hay comunión con los demonios y con todos los participantes de la adoración falsa (1 Cor. 10:20,21).


Conclusión

Los santos de Dios no deben asociarse con, o alentar, el error religioso, porque tal cosa sería comulgar con el error religioso.

Cada cristiano debe alentar, apoyar y participar en la verdad, porque así se mantendrá en comunión con Dios y su pueblo fiel (1 Jn. 1:5-7).