Huid de la fornicación



Por Josué Hernández

 
Los cristianos de Corinto enfrentaban varios desafíos para vivir en santidad. La ciudad era conocida por su inmoralidad. El templo de Venus acogió a 1000 sacerdotisas dedicadas a la prostitución en nombre de la religión. Algunos cristianos en Corinto habían sido muy inmorales antes de su conversión (1 Cor. 6:9-11,18), y a ellos Pablo decía, “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca” (6:18).
 
La amonestación de Pablo es igualmente importante hoy. La inmoralidad sexual es totalmente aceptable para muchos. La moralidad se está redefiniendo (cf. Is. 5:20). Necesitamos tener una comprensión clara de lo que es correcto e incorrecto, y huir de la fornicación.
 
Definiendo la fornicación
 
El sustantivo “fornicación” es una palabra genérica para indicar las relaciones sexuales ilegítimas. Originalmente significaba “hacerle a la ramera” y de allí “permitir deseos ilícitos”.
 
“ayuntamiento o cópula carnal ilícito en general, sea con persona no casada o con casada. Incluye toda forma de ayuntamiento ilegal. Es el término extenso, o comprensivo. Adulterio es término más limitado. Todo adulterio es fornicación, pero no es adulterio toda fornicación. La fornicación se aplica al adulterio (que siempre envuelve a persona casada) en Oseas 2:2,4; Mateo 5:32; 19:9; es decir, los casados pueden cometer "fornicación.” Fue fornicación lo que se cometió entre aquel hombre y la esposa de su padre (1 Corintios 5:1). El adulterio (cópula carnal ilícita con la esposa de otro) se incluye en listas de pecados, juntamente con la fornicación (el término más comprensivo), porque es una forma específica de fornicación. (Gálatas 5:19; 1 Corintios 6:9; Mateo 15:19)” (Bill H. Reeves. Comentario sobre Romanos).
 
Como es usada en el Nuevo Testamento, encontramos que la fornicación tiene al menos cuatro aspectos: 

  • La relación sexual antes de casarse (1 Cor. 7:1-2). 
  • La relación sexual que involucra el cónyuge de otro, es decir, el adulterio como un tipo de fornicación (Mat. 19:9). 
  • Todas las formas del sexo ilícito (1 Cor. 6:13-18; Jud. 7). 
  • Todas las formas de la prostitución (Apoc. 2:20-21). En fin, la fornicación es toda clase de contacto sexual ilícito (sexo pre-marital, adulterio, homosexualidad, prostitución, incesto, bestialismo).
 
La fornicación llegó a ser reflejo de la vida en el primer siglo
 
“Mantenemos amantes por placer, concubinas para las necesidades diarias del cuerpo, pero tenemos esposas con el propósito de producir niños legítimamente y tener una guardiana confiable de nuestras casas” (Demóstenes).
“Las mujeres romanas estaban casadas para divorciarse y estaban divorciadas para casarse. Algunas de ellas distinguieron los años, no por los nombres de los cónsules, sino por los nombres de sus esposos” (Séneca).
“Calígula vivió en incesto con su hermana Drusila, y el deseo de Nerón que no tuvo respeto ni aun de su madre Agripina” (Suetonio).
“Era mejor no necesitar matrimonio, sino seguir a Platón y a Sócrates y estar contento con el amor de los muchachos” (Luciano).
“De los primeros quince emperadores, Claudio fue el único que probó que enamorarse era totalmente correcto” (Gibbons).
 
El sufrimiento que ocasiona la fornicación
 
La fornicación tiene el poder de destruir el cuerpo, como bien se ilustra en el libro Proverbios (ej. Prov. 5:11-13). Las enfermedades de transmisión sexual son testimonio elocuente del daño ocasionado por el sexo ilícito:

  • Clamidia (produce inflamación pélvica, impide el embarazo).
  • Sífilis.
  • Gonorrea (produce inflamación pélvica, impide el embarazo).
  • Herpes genital (no hay cura), 45 millones de norteamericanos lo padecen.
  • Ladillas (piojos púbicos).
  • Tricomoniasis.
  • Hepatitis B, C
  • VIH
  • VPH (Virus del papiloma humano).
 
En cuanto al VPH:

  • No tiene cura, y no existe análisis para detectarlo.
  • Queda latente de 10 a 14 años en el cuerpo humano.
  • El 98% no tiene síntomas.
  • Ha matado más mujeres que el VIH y el SIDA y se transmite 10 veces más rápido.
  • Produce cáncer (cáncer cérvico uterino).
  • Sólo en los Estados Unidos 20 millones tienen el VPH, y 6.200.000 se infectan cada año.
  • El 26% de las mujeres en los Estados Unidos sufren el VPH.
  • El 50% de los adolescentes sexualmente activos quedarán infectados.
  • El 50% de las mujeres en los Estados Unidos sufrirá por la infección del VPH cuando llegue a los 50 años.
  • Cada día 52.000 estadounidenses contraen VPH.
  • Muchos que afirman saber mucho sobre sexo admiten no saber sobre el VPH.
  • El 70% de los hombres sexualmente activos contraerá el VPH.
  • Existen 100 diferentes tipos del virus VPH, 40 causan infecciones genitales, 18 tienen el potencial de ocasionar cáncer, 30 se transmiten sexualmente.
  • El embarazo no es la única consecuencia por la fornicación. Muchos están infectados con ETS y no lo saben. Si alguno se infecta con una ETS, puede sufrir por ella toda la vida.
  • Los condones no son seguros, funcionan hasta un 70% con el VIH, pero no reducen las infecciones. La mayoría de las ETS son virus y se transmiten por áreas húmedas del cuerpo que no son cubiertas por un condón. A su vez, hay un 30% de probabilidades de embarazo usando condón.
 
La fornicación no solo tiene el poder para destruir el cuerpo, también destruye a la familia y a la sociedad. Podemos reconocer esto al distinguir como el adulterio es considerado “inevitable”, y aun “aceptable” por muchos (Mat. 19:9). El divorcio ha sido hecho sin “considerarse culpable” (Mat. 5:32). Las familias han sido hechas pedazos por el incesto. La homosexualidad ha llegado a ser un estilo de vida alternativo y aceptable.
 
Además de lo anterior, la fornicación destruye, es decir, arruina, el alma. Muchos fornicarios viven sin perdonarse, y se recriminarán aún después de la muerte (cf. Prov. 5:11-13). La fornicación avergüenza (Prov. 6:30-35) y quita al cuerpo de su propósito para con el Señor (1 Cor. 6:15-20). Y, si no se arrepiente, el fornicario será eternamente condenado (1 Cor. 6:9,10; Gal. 5:19-21; Heb. 13:4).
 
Venciendo la fornicación
 
La clave para vencer la fornicación puede ser ilustrada fácilmente en el ejemplo de José (Gen. 39:7-12). Un joven que valoraba su relación con Dios (Gen. 39:9), y que por temor de Dios rehusó fornicar al punto de huir literalmente del momento y lugar para ello.
 
En pleno siglo XXI el consejo de Salomón se levanta como amonestación pertinente para evitar el sexo ilícito (Prov. 5:15-23; Ecles. 9:9). Necesitamos volver a los libros de sabiduría de la Escritura, estos volúmenes sagrados son útiles para perfeccionarnos para Dios (cf. 2 Tim. 3:15-17).
 
¿Recuerda el pecado de David con Betsabé (2 Sam. 11:3-17)? Aprendemos como el rey se arrepintió y confesó su pecado (cf. 2 Sam. 12:13; Sal. 51:1-4), sin embargo, sufrió consecuencias por la pasión sexual de un momento el resto de su vida (2 Sam. 12:9,10).
 
Conclusión
 
Debemos huir de la fornicación y sus efectos devastadores. Dios da la salida, el matrimonio (1 Cor. 7:1,2), y perdona al que se arrepiente y obedece al evangelio, ya sea un inconverso (Hech. 2:38; 22:16), ya sea un hijo de Dios que ha caído (Hech. 8:22; 1 Jn. 1:9).
 
La fornicación es demasiado grave para tomarla a la ligera. Puede destruir tu cuerpo, tu familia y tu alma eternamente. Sin embargo, el perdón es posible (1 Cor. 6:11), aunque las consecuencias del pecado, por ejemplo, un embarazo indeseado o una ETS, o ambos, permanezcan.