Por Josué I. Hernández
“He aquí, por tercera vez estoy preparado
para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a
vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres
para los hijos. Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me
gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado
menos” (2 Cor. 12:14,15).