¿Ven a la Iglesia de Cristo?

 


Por Josué I. Hernández


El concepto de “iglesia” muchas veces es incomprendido; incluso, hermanos en Cristo no lo entienden. En cierta imagen (publicada en Facebook) se invita “Ven a la Iglesia de Cristo”, pero ¿qué cosa es esta iglesia? Sencillamente, la fotografía no lo explica. La fotografía confunde en lugar de ayudar a quitar conceptos denominacionales de la mente de los lectores.
  • En primer lugar, la “iglesia del Señor” en el sentido universal es una asamblea (definición del sustantivo “ekklesia”), una asamblea de convocados, o llamados, que está reunida siempre, no solo el domingo, entorno a Cristo (cf. Mat. 16:18). El sustantivo “iglesia” era un término que ya se usaba comúnmente entre los griegos para describir una asamblea de gente que llamada se reunía aparte, los convocados asistentes. Para ellos el término denotaba una concurrencia, una congregación, una asamblea. La iglesia en el sentido universal son todos los salvos en el mundo que por la obediencia al evangelio se han separado del mundo y del pecado y están unidos como hermanos en una relación espiritual con Dios (Mat. 16:18; Col. 1:18; Ef. 1:22; 5:25; Heb. 12:23).
  • Debido a que “iglesia” es un sustantivo común, y no uno propio, no es un “nombre propio”. No se escribe “Iglesia” (usando mayúscula), sino “iglesia” (con minúscula). Cuando alguno piensa en la iglesia del Señor con un nombre propio no ha entendido la naturaleza de esta congregación de Dios. Cristo no puso “nombre” a su iglesia. Hay más de una designación para señalar al pueblo de Dios en alguna localidad (ej. 1 Cor. 3:9; 2 Cor. 1:2; 1 Tes. 1:1).
  • La iglesia en el sentido local es un grupo que se reúne (cf. 1 Cor. 14:23,26), pero cuando termina la reunión la iglesia local no ha dejado de existir (cf. Hech. 14:27). La iglesia local existe todo día de la semana además del domingo, si está haciendo su obra divinamente especificada (cf. 1 Tim. 3:15).
  • Es incorrecto decir “Ven a la Iglesia”. Nunca Cristo, sus apóstoles, y los fieles del primer siglo, decían a la gente “ven a la iglesia”. Invitamos a las personas a que vengan a Cristo, y él les añadirá a su iglesia (Hech. 2:47). Es impropio decir “ven a la Iglesia” porque significa “ven a nosotros los cristianos”, pero no nos predicamos a nosotros mismos, sino al Señor (cf. 2 Cor. 4:5). Podemos decir, “ven a reunirte con nosotros”, pero no podríamos decir “ven a la Iglesia”. Los cristianos no “vamos a la iglesia” sino que “nos reunimos como iglesia” (1 Cor. 11:18).
  • Una llamada “iglesia de Cristo” es de él, siempre y cuando pertenezca a él: “iglesia de Cristo”, es decir, la asamblea que pertenece a Cristo, porque él es su dueño y Señor.
  • Algunos hermanos son muy rápidos para compartir imágenes y conceptos sin detenerse a examinarlo todo y retener lo bueno (1 Tes. 5:21).