Por Josué I. Hernández
“¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre,
y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?” (Mat. 26:53)
Llegó al huerto de Getsemaní Judas, y con él mucha gente (Mat. 26:47,48), una compañía de soldados involucrada (Jn. 18:12). Judas cumplió su parte del acuerdo y señaló a Jesús con un beso (Mat. 26:48-50), y Pedro reaccionó (Mat. 26:51; cf. Jn. 18:10). Es en esa instancia en la cual Cristo dijo a Pedro, “Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?” (Mat. 26:52-54).
Doce legiones de ángeles
no pueden salvarnos
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira” (Rom. 5:8,9).
Doce legiones de ángeles
no pueden hacer lo
que Cristo hizo
¿Por qué Jesús no oró para que viniesen las doce
legiones de ángeles?