“Asimismo que las mujeres se atavíen de
ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni
perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres
que profesan piedad” (1 Tim. 2:9,10).
Por Josué I. Hernández
Entendiendo el modismo
“No SOLAMENTE os hagáis tesoros en la tierra… sino PRIMERAMENTE haceos
tesoros en el cielo…” (Mat. 6:19,20).
“El que reciba en mi nombre a un niño como
este, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no SOLAMENTE me recibe a
mí sino PRIMERAMENTE al que me envió” (Mar. 9:37)
“Trabajad, no SOLAMENTE por la comida que perece, sino PRIMERAMENTE por la
comida que a vida eterna permanece…” (Jn. 6:27).
“Pues no SOLAMENTE me envió Cristo a bautizar, sino PRIMERAMENTE a
predicar el evangelio…” (1 Cor. 1:17).
“Pero a los que están unidos en matrimonio,
mando, no SOLAMENTE yo, sino PRIMERAMENTE el Señor: Que la mujer
no se separe del marido” (1 Cor. 7:10).
“…se atavíen… no SOLAMENTE con… sino
PRIMERAMENTE con…” (1 Tim. 2:9,10).
“Vuestro atavío no SOLAMENTE sea el
externo… sino PRIMERAMENTE el
interno…” (1 Ped. 3:3,4).
Conclusión