“Pero dirá alguno:
¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán?” (1 Cor. 15:35).
Por Josué I. Hernández
- La resurrección será corporal (Jn. 5:28,29). Así como resucitó el cuerpo del Señor todo cadáver resucitará.
- La resurrección sucederá por el poder de Dios (1 Cor. 6:14) y conforme al diseño de Dios, “como él quiso” (1 Cor. 15:38).
- Será un cuerpo diferente al que murió (1 Cor. 15:36,37). El trigo que crece se ve diferente a la semilla que se plantó, es superior a ella. Sin embargo, ambos son trigo. Así también, tendremos un cuerpo diferente, y superior, al cuerpo que tenemos ahora (1 Cor. 15:39-42).
- El cuerpo resucitado será incorruptible (1 Cor. 15:42). Los cadáveres son enterrados porque se descomponen. El cuerpo de la resurrección será inmortal.
- El cuerpo de la resurrección será glorioso (1 Cor. 15:43). Un cadáver no tiene honor, y lo cubrimos, y lo sepultamos. Su dignidad partió con el espíritu que salió de él. Sin embargo, el cuerpo de la resurrección poseerá una excelencia gloriosa.
- El cuerpo de la resurrección será poderoso (1 Cor. 15:43), a diferencia del cuerpo terrenal que es débil, impotente, y mortal.
- El cuerpo de la resurrección será espiritual (1 Cor. 15:44). Nuestro cuerpo natural no es apto para la vida eterna en los cielos. El cuerpo de la resurrección será óptimo para el reino celestial.