El problema de las drogas

 


Por Josué I. Hernández

 
Variadas encuestas se han realizado para determinar el consumo de drogas en la población juvenil. En cierta encuesta, miles de jóvenes entre 12 y 17 años, admitieron haber consumido alcohol y/o marihuana, otros admitieron haber inhalado pegamento o algún tipo de líquido de limpieza. Otros reconocieron haber consumido cocaína o fumado “crack”.
 
Los últimos estudios han demostrado que millones de jóvenes son usuarios habituales de las llamadas “drogas ilegales”, y que son incapaces de abandonar por sí mismos el consumo de drogas y se han vuelto dependientes de los narcóticos.
 
Las drogas – Su alcance y consecuencias
 
Debemos tomar conciencia de que hay más que un daño físico y social en juego. Las drogas no sólo destrozan el cuerpo del consumidor. El destino del alma del adicto pende de un hilo. Nadie puede pecar contra su propio cuerpo y luego pretender agradar a Dios.
 
Cristo dijo: “Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer.  Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed” (Luc. 12:4,5).
 
El apóstol Pablo escribió: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gal. 5:19-21).
 
El sustantivo “hechicería” proviene del griego “pharmakeia”, término del cual obtenemos palabras como fármaco, farmacia, etc. Según Thayer, pharmakeia involucra: 
  • El uso o la administración de medicinas. 
  • La intoxicación. 
  • La brujería, las artes mágicas, a menudo en relación con la idolatría. 
  • Metafóricamente los engaños y seducciones de la idolatría.
 
“En la hechicería, la utilización de drogas, tanto si eran sencillas como si eran potentes, iba generalmente acompañada de encantamientos e invocaciones a poderes ocultos, de la aplicación de diversos amuletos, etc., todo ello con la pretensión de proteger al paciente de la atención y del poder de los demonios, pero en realidad para impresionar al paciente con los misteriosos recursos y poderes del hechicero” (VINE).
 
El uso de fármacos, para cualquier otro uso, que no sea honestamente medicinal, administrado por los profesionales de la salud, es un pecado que impedirá la comunión eterna con Dios en los cielos.
 
Los jóvenes – Un blanco preferido por los traficantes
 
En la actualidad, ningún joven, de ningún estrato socioeconómico, es inmune a la tentación de consumir algún tipo de narcótico. En todo estrato social habrá algún perverso esperando hacer más clientes dependientes de su producto.
 
El problema es aún mayor cuando se considera que las sustancias ilegales suelen estar disponibles entorno a los colegios, institutos y universidades. Siempre habrá quienes las ofrecen y quienes las consumen.  
 
No pocos universitarios se prostituyen para completar sus estudios superiores, a la vez que otros venden drogas con el mismo propósito. La venta de drogas entre los estudiantes universitarios puede llegar a ser un negocio muy lucrativo, ya sea por la venta de drogas ilegales, o por la venta de 
drogas controladas pero ofrecidas a los buscadores de emociones.  
 
Toda droga creará dependientes psicológicos, ya sea una droga ilegal o un narcótico controlado (vendido en la ilegalidad), y los traficantes bien lo saben.
 
El problema de la droga es un asunto serio. Los jóvenes no son inmunes. Es posible que algún joven que conocemos está más involucrado en el asunto de las drogas de lo que podríamos admitir o pensar.
 
Señales reveladoras del consumo de drogas
 
Hay varias señales reveladoras, que evidencian el consumo habitual de drogas. Algunas de estas “señales de peligro” son las siguientes:
  • Bajo rendimiento en las tareas escolares.
  • Cambios evidentes de conducta (de humor, agresividad).
  • Forma de hablar más lenta.
  • Mayor necesidad de dinero.
  • Apariencia descuidada.
  • Señales de pinchazos en las venas,
  • Conjuntivas enrojecidas, trastornos circulatorios, temblor de las manos, sensibilidad al tacto y a la luz, pupilas contraídas o dilatadas, las pupilas reaccionan menos a la luz.
 
Factores que favorecen el consumo de drogas

  • Desconocimiento, ignorancia o desprecio de la palabra de Dios.
  • Poca tolerancia a la frustración y a la presión del grupo.
  • Necesidad de experiencias excitantes junto a la sensación interna de vacío y de aburrimiento.
  • Pocas relaciones e intereses.
  • Un hogar destrozado.
  • Crisis existenciales.
  • La soledad.
  • La relación con algún ambiente de consumo.
  • Deseo de identificarse con una subcultura o ideología particular.
 
Conclusión
 
Una discusión familiar abierta y franca, sobre los muchos peligros y males asociados al consumo de narcóticos logrará mucho bien. ¡No posterguemos semejante discusión! Recuérdese que el destino eterno de nuestros jóvenes está en juego.
 
Los padres, y/o tutores, deben usar su influencia, su poder, y autoridad, para corregir positivamente cuanto antes. La corrección preventiva y correctiva siempre será crucial en nuestros jóvenes. Tenemos excelentes consejos para el joven en la Biblia. A su vez, cada joven puede ejercer el dominio propio para dirigir sus acciones a los objetivos de Dios para su vida.
 
Se requiere perseverancia, fe y amor, en el constante esfuerzo para mantener lo más lejos posible de nuestros hogares el peligro de la drogadicción.