La iglesia local y el cristiano

 


“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hech. 2:46,47).


Por Josué I. Hernández

 
Las Escrituras muestran una distinción y separación entre la actividad colectiva de una iglesia local (“perseverando unánimes cada día en el templo”), y la acción individual de sus miembros (“partiendo el pan en las casas, comían juntos”). Específicamente, este pasaje enseña que la iglesia local no es un centro de recreación social, por ejemplo, un comedor donde llenar estómagos. La iglesia local tiene una cena en la cual participa, una cena conmemorativa (“el partimiento del pan”, Hech. 2:42), los cristianos como individuos tienen sus cenas en sus casas, las cuales son sociales (Hech. 2:46).
 
La iglesia es la casa de Dios, destinada a alimentar a las almas con la palabra (cf. 1 Tim. 3:15; Hech. 20:7; 1 Cor. 14:23-25). La iglesia es una columna y baluarte que mantiene en alto la verdad (1 Tim. 3:15), es decir, el misterio de la piedad (1 Tim. 3:16). Lamentablemente, la gente ha convertido a sus iglesias en centros de ayuda social y recreación, en centros políticos, incluso.
 
Hay muchas cosas que los discípulos pueden hacer según su capacidad y oportunidad (Gal. 6:10). Pero, no todo lo que hace el individuo lo debe hacer la iglesia. Lo que hace el individuo lo hace según su capacidad monetaria, de su tesorería personal. Lo que hace una iglesia local lo hace de su tesorería. No debemos confundir al individuo y su área de actividades, con la iglesia local y su área de actividades espirituales. No es lo mismo oveja que rebaño, no es lo mismo futbolista que equipo, no es lo mismo soldado que ejército, no es lo mismo cristiano que iglesia local.
 
Piénselo detenidamente. El cristiano no es lo mismo que la iglesia a la cual fue agregado por el Señor (Hech. 2:47). Así también, el cristiano no es lo mismo que la iglesia local en la cual ponga su membresía (Hech. 9:26-28). Las responsabilidades del cristiano no son transferibles a la iglesia local (1 Tim. 5:16).