“Perseverad en la
oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo
por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a
conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo
manifieste como debo hablar” (Col. 4:2-4).
Por Josué I. Hernández