“Hazme saber, Jehová,
mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy. He aquí,
diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente
es completa vanidad todo hombre que vive” (Sal. 39:4,5).
Por Josué I. Hernández