Por Josué I. Hernández
Debemos confiar en la
capacidad de la fe, ofrecer el servicio de la fe, y obedecer el deber de la fe.
Si hacemos esto, el Señor aumentará nuestra fe (Fil. 2:12,13), y mediante esa fe, Dios nos guardará con su poder (1 Ped. 1:5).