Por Josué I. Hernández
La obediencia no es legalismo. Ciertamente, la idea no es que por la obediencia ganaremos la entrada en el cielo. Dios no nos debe nada. La salvación es por gracia (Ef. 2:5,8). Pero, la gracia no se alcanza sin el esfuerzo de obediencia (cf. Mat. 7:21; Heb. 5:9). En otras palabras, no hay bendición para los desobedientes (Heb. 3:18; 4:6).