Dios tiene un plan para nosotros mediante el conocimiento de su
voluntad. Sin embargo, el error que podríamos cometer, si es que no lo estamos
cometiendo ya, es el vivir como si el conocimiento de la Biblia fuese un fin en
sí. Dios ha revelado su voluntad como un medio para lograr un efecto. Esto
lo podemos distinguir, por ejemplo, en la oración de Pablo por los colosenses,
registrada en el Colosenses 1:9-14, donde leemos del “conocimiento de su
voluntad” como un medio para lograr cierto efecto específico, “andéis como es
digno del Señor”, “fortalecidos con todo poder”, “con gozo dando gracias al
Padre”. La comprensión de lo anterior debe modificar la manera en que nos
acercamos al estudio bíblico. Dios se ha revelado para hacernos adecuados
cambiando nuestra mentalidad y conducta. Dicho de otro modo, la comunión con
Dios no será una realidad hasta que avancemos desde el conocimiento abstracto
al conocimiento práctico. En otras palabras, debemos procurar estar llenos del
conocimiento de la voluntad de Dios para andar como es digno del Señor,
agradándole en cada cosa que hacemos. Por lo tanto, que la palabra de Cristo more en abundancia en nosotros
(Col. 3:16) para hacer lo que debemos hacer de la manera en que debiésemos
hacerlo (Col. 3:17).