“En cuanto a vosotros, vuestros cuerpos caerán en este desierto. Y
vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos
llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el
desierto” (Num. 14:32,33).
Por Josué I. Hernández