“Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y
santificación, con modestia” (1 Tim. 2:15).
“Con todo, se salvará por su maternidad mientras persevere con modestia
en la fe, en la caridad y en la santidad” (Biblia de Jerusalén).
“pero llegará a salvarse por la maternidad, con tal que persevere con
fe, amor y una vida santa y modesta” (Nueva Biblia Española).
Por Josué I. Hernández
La autora concluye diciendo: “Con el tiempo aprendí una lección muy importante, gracias a la búsqueda de atención para mis hijos: por más licencias que otorguemos, pautas que establezcamos y dinero que paguemos, es imposible ejercer un control de calidad en la capacidad de un ser humano para amar a otro u ocuparse de él. Yo había deseado los servicios de una persona cariñosa, que tuviera sentido del humor y una actitud vivaz… Alguien que fomentara la creatividad de mis hijos, que los llevara a lugares interesantes, que contestara a todas sus preguntas y los arrullara hasta que se quedaran dormidos. Lenta, dolorosamente, llegué a una pasmosa conclusión: la persona que andaba buscando, la que había tratado con desesperación de contratar, era yo misma”.