Quitaré tu candelero de su lugar

 


Por Josué I. Hernández

 
A los ojos del Señor una iglesia local es como un candelero, o candelabro. Cristo advirtió a la iglesia en Éfeso que si no se arrepentían él vendría y removería su candelero del lugar en el cual estaba, es decir, ellos perderían su identidad y su testimonio se extinguiría, “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” (Apoc. 2:5).
 
“Una iglesia de Cristo puede dejar de serlo, a pesar del nombre puesto sobre la puerta de entrada de su edificio. Cristo advierte a toda iglesia suya de que puede perder su identidad como iglesia de Cristo. Una vez quitado el candelero, ya no es más iglesia de Cristo” (B. H. Reeves).
 
¿Cuánto tiempo concederá Cristo para el arrepentimiento a una iglesia suya? ¿Cuánto podría desviarse una iglesia antes de que el Señor Jesucristo la remueva de su lugar? Solo el Señor lo sabe. Sin embargo, cuando vemos que alguna iglesia:
  • Afirma que seguir a Cristo es fácil.
  • Bautiza a quienes no creen o no se arrepienten.
  • Tolera el desorden.
  • Apela a la carne, a las emociones, y a las sensaciones.
  • Se opone a la disciplina de los rebeldes.
  • Rechaza la predicación que condena el pecado.
  • Compromete la verdad por conveniencias.
  • Menosprecia la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre, la humildad.
  • Enfatiza solamente los cinco actos del culto dominical.
  • Se ocupa de actividades sociales.
  • Depende de instituciones para que hagan su obra.
  • Envía de su dinero para proyectos a nivel de hermandad.
Algo malo, muy malo, está sucediendo...