Los diez mandamientos


 
Por Josué I. Hernández

 
Cuando la gente piensa en reglas divinas, por lo general citan los diez mandamientos. Sin embargo, ¿qué son los diez mandamientos? ¿Cuándo fueron entregados? ¿A quiénes fueron entregados? ¿Por qué fueron entregados? ¿Por cuánto tiempo estarían en vigencia? ¿Qué dice la Biblia acerca de todo esto?
 
¿Qué son los diez mandamientos?
 
Dos pasajes que enumeran los diez mandamientos son especialmente importantes. Debemos leer con cuidado y atención: Éxodo 20:1-17 y Deuteronomio 5:6-21
 
¿Cuándo fueron entregados los diez mandamientos?
 
Los diez mandamientos fueron dados en el Sinaí, en el 1450 A.C., aproximadamente. Según el libro Éxodo, Dios pronunció estos mandamientos en el Sinaí a la nación de Israel, a quienes había sacado de Egipto (Ex. 20:1-22). Luego, Moisés subió al monte y Jehová Dios le entregó los diez mandamientos en forma escrita en dos tablas de piedra (Ex. 24:18; 31:18; 32:15,16). Moisés rompió estas tablas (Ex. 32:19), luego consiguió otro juego de ellas en el monte (Ex. 34:1,27,28).
 
¿A quiénes fueron dados los diez mandamientos?
 
Los diez mandamientos fueron el corazón del pacto entre Dios y la nación de Israel: “Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel” (Ex. 19:3-6).
 
“Y Jehová dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel. Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos” (Ex. 34:27,28).
 
La observancia del sábado, el cuarto mandamiento, era en sí una señal del pacto de Dios con Israel (Ex. 31:12-17), y un memorial de su liberación de la esclavitud (Deut. 5:1,2,15). Por lo tanto, los diez mandamientos no fueron dados para ser aplicados a toda la humanidad (cf. Neh. 9:13,14).
 
¿Por qué fueron entregados los diez mandamientos?
 
Los diez mandamientos no fueron dados para que el mundo pudiera ser salvo al guardarlos. El apóstol Pablo, en Gálatas 3, explica que la salvación está en Cristo, la simiente prometida de Abraham. Los diez mandamientos, como la base del antiguo pacto, fueron añadidos mucho tiempo después de la promesa que Dios hizo a Abraham. ¿Por qué hizo Dios esto? “a causa de las transgresiones” (Gal. 3:19). La ley tenía por objeto crear una conciencia del pecado, reprimir el pecado, y mostrar al hombre su incapacidad para salvarse a sí mismo por sus propias obras (Gal. 3:22-24).
 
¿Por cuánto tiempo estarían en vigencia los diez mandamientos?
 
El apóstol Pablo explica esto, “hasta que viniese la simiente” (Gal. 3:19), y la simiente “es Cristo” (Gal. 3:16). Luego, Pablo agregó, “De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo” (Gal. 3:24,25).
 
En consideración de lo anterior, dos cosas son especialmente importantes. Primero, los diez mandamientos ya no están en vigor. Segundo, nunca fueron diseñados para ser guardados por el mundo.
 
Es necesario enfatizar que la ley no fue quitada de en medio hasta que Jesús murió, “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Col. 2:14). Por esta razón, el Señor vivió bajo la ley y enseñó a los judíos que la guardaran.
 
Conclusión
 
La conducta requerida por los diez mandamientos también la requiere Cristo Jesús, con la excepción de la observancia del día de reposo (Col. 2:16,17). La guarda del sábado no es requerida por Cristo para el mundo. Pero, no nos equivoquemos en esto. No es la autoridad de los diez mandamientos la que está en vigencia, sino la autoridad de Jesucristo, cuya ley es de aplicación universal (Mat. 28:18).
 
Los diez mandamientos fueron importantísimos para los antiguos israelitas, en su relación con Jehová Dios. Sin embargo, los fieles entre ellos no fueron salvos por guardar los mandamientos, así como tampoco nosotros lo seremos. Ellos necesitaban la misericordia de Dios, y nosotros también. Por supuesto, debemos obedecer para alcanzar misericordia. Así como para ellos, también para nosotros, la sangre de Jesucristo es esencial.

 
La salvación está en Cristo, ¿eres salvo en él?