Pablo dijo a los gálatas, “Sobrellevad los unos las cargas de los
otros” (Gal. 6:2). Luego, tres versículos más abajo, les dijo, “porque
cada uno llevará su propia carga” (Gal. 6:5). ¿Hay aquí una contradicción? Detengámonos
a pensar en esto. En el texto griego hay una diferencia entre ambas cargas. En el
versículo 2, la palabra es “baros” y en el versículo 5, la palabra es “fortion”. En su Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, W. E. Vine
comenta: “la diferencia entre fortion y baros es, que fortion es simplemente
algo que tiene que ser llevado, sin referencia alguna a su peso, pero baros
sugiere siempre lo que es pesado y gravoso”.
Debido a la diferencia entre “baros”, una carga pesada y gravosa; y “fortion”,
algo que tiene que ser llevado por la persona, la Versión Moderna traduce: “Sobrellevad
los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo… porque cada
cual cargará con su propia responsabilidad” (Gal. 6:2,5, VM). Llevamos una variedad de cargas pesadas y gravosas, y necesitamos de la
ayuda de nuestros hermanos. Esto es una responsabilidad de los “unos” para con
los “otros” en el cuerpo de Cristo (cf. 1 Cor. 12:25-27). Asistencia
financiera, servicio personal, aliento, buenos consejos, etc. En el contexto inmediato
se indica el trabajar para la restauración de un hermano sorprendido en alguna
falta (Gal. 6:1), lo cual requiere, amonestación, exhortación, oración y perdón
(cf. 1 Tes. 5:14; Heb. 3:13; Sant. 5:19,20). Mientras hacemos todo lo posible para ayudarnos con las cargas pesadas y
gravosas que podrían hacernos naufragar (cf. 1 Tim. 1:19), todavía depende de cada
uno el llevar su propia carga de responsabilidad. Ambas cosas son verdaderas, y
dan sentido y equilibrio a la vida cristiana.