Procurando la buena vida

 


Por Josué I. Hernández

 
Para muchas personas la “buena vida” consiste en el lujo y la comodidad, el placer y la diversión, el dinero y las posesiones. Sin embargo, el apóstol Pedro escribió a quienes tenían todo menos esto, animándolos a disfrutar verdaderamente de la vida que es buena (1 Ped. 3:10).
 
El apóstol Pedro enseñó que la buena vida está compuesta de tres elementos: La actitud correcta, la acción correcta, y la reacción correcta (1 Ped. 3:8-17).
 
Actitud correcta
 
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables” (1 Ped. 3:8). Aunque este versículo indica la actitud que han de manifestar los cristianos entre sí, es innegable que dicha actitud se desbordará hacia los que están afuera, con acciones y reacciones correctas, un hecho evidente en el contexto.
 
Acción correcta
 
“Pues quien quiera amar la vida y ver días felices, guarde su lengua del mal, y sus labios de palabras engañosas, apártese del mal y haga el bien, busque la paz y corra tras ella. Pues los ojos del Señor miran a los justos y sus oídos escuchan su oración, pero el rostro del Señor contra los que obran el mal” (1 Ped. 3:10-12, JER).
 
Citando el Salmo 34, Pedro indicó un resumen cuádruple de la acción correcta: Controla tu lengua, aléjate del mal, dedícate a lo bueno, busca la paz. Esta manera de vivir agrada a Dios y asegura su atención misericordiosa, lo cual es una poderosa motivación.
 
Reacción correcta
 
La audiencia original de Pedro eran cristianos que padecían bajo la dura persecución. Pedro le animó a mantener un comportamiento excelente (2:11,12), a silenciar a sus críticos haciendo lo bueno (2:15), a estar dispuestos a sufrir injusticias (2:18-25), y a buscar la paz (3:11). Entonces, Pedro les preguntó, “¿Y quién es aquel que os podrá hacer daño, si vosotros seguís el bien?” (3:13). Nos gustaría responder “nadie nos podrá hacer daño”, pero el apóstol Pedro dijo algo diferente.
 
A veces el cristiano sufrirá por causa de obedecer a Dios haciendo lo que es bueno, pero siempre hay una manera de reaccionar. Es decir, siempre el cristiano pueda hacer algo al respecto.   
 
La reacción correcta es resumida por Pedro en cuatro elementos: Recuerden que son bienaventurados (3:14), no teman (3:14), santifiquen al Señor en sus corazones (3:15), estén listos para presentar defensa (3:15).
 
Por último, Pedro dijo que esta reacción debe estar respaldada por una buena conciencia y un buen comportamiento (3:16), incluso cuando el cristiano sufra por hacer el bien (3:17). La reacción correcta involucra bendecir a otros que nos han hecho daño, en lugar de tomar represalias (3:9).
 
 
Esta es la buena vida