Por Josué I. Hernández
La propiedad privada
La Biblia desaprueba el socialismo
Dada la conexión entre el socialismo y el ateísmo neto, y el desprecio general que los marxistas tienen de la religión, es sorprendente el esfuerzo de varios estudiantes de la Biblia por apoyar el socialismo, o afirmar incluso que Cristo fue comunista. Por ejemplo, algunos socialistas citan el libro de los Hechos, en los capítulos 2 y 4, pero sin tomar en cuenta el contexto y las circunstancias peculiares que se mencionan allí.
Defectos del socialismo
Las tres clasificaciones de Pablo en Efesios 4:28
- El ladrón, que satisface su necesidad con la propiedad de otros.
- El trabajador, que honrosamente satisface su necesidad a través de su propio trabajo.
- El necesitado, que legítimamente requiere de la asistencia de otros para subsistir, cuya condición lo autoriza a buscar sustento de los demás.
El “dar” de Hechos 2 y 4
- Hechos 2 describe un acontecimiento único en la historia, el establecimiento de la iglesia del Señor. Esto nunca volverá a suceder. Miles de piadosos se habían reunido en Jerusalén para observar las festividades judías cuando se enfrentaron al primer sermón del evangelio de Cristo que les invitaba a entrar al reino del Señor. Miles de ellos obedecieron el evangelio y se quedaron en Jerusalén sin volver a sus países de origen (Hech. 2:37-47). Su larga estancia en Jerusalén supuso una carga financiera excepcional a los judíos que residían en la zona. Entonces, los judíos nativos vendieron sus propiedades para ayudar a los nuevos hermanos en necesidad (Hech. 4:34). Las condiciones descritas, jamás se repetirán. Se debe considerar lo anterior al interpretar los acontecimientos descritos en Hechos 2 y 4.
- Los recursos fueron puestos “a los pies de los apóstoles” (Hech. 4:35; 5:2). Esta expresión de amor, implica organización y una tesorería, pero no la de un comité colectivista de la humana sabiduría. El dinero era para la obra de la iglesia del Señor (Hech. 5:11) y no para un sistema de gobierno comunista. El dinero fue distribuido bajo la mirada y supervisión de la iglesia, y no bajo la mirada de un consejo de planificación económica.
- La gente vendía sus bienes con el fin de ayudar a sus hermanos necesitados (Hech. 2:44-45; 4:32-5:1). La Biblia define a una persona “necesitada” como alguien que carece de alimentos y ropa. Pablo dijo “Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Tim. 6:8), por lo tanto la ayuda involucraba ropa y comida, a la vez que la parábola del buen samaritano expande la benevolencia para que entendamos que también involucra asistencia médica y vivienda (Luc. 10:30-35).
Conclusión