Manifestantes

 
Por Josué I. Hernández

 
Los manifestantes y sus protestas han estado en el foco de atención por mucho tiempo. Es raro que no aparezcan en los noticieros. Es interesante aprender sobre la etimología del verbo “protestar”. Originalmente, protestar era “testificar a favor de”, en el sentido jurídico, de atestiguar a favor de la inocencia de alguien, y en contra de los cargos del fiscal. Todo esto es irónico, porque la mayoría de las protestas de la actualidad no tienen un sentido jurídico, y suelen realizarse en contra del gobierno.
 
El Señor Jesús enseñó que el día del juicio se levantarán en protesta los desobedientes. No llevarán carteles, ni máscaras, ni levantarán barricadas. Sin embargo, protestarán; y protestarán por el veredicto: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Los tales habrán aprendido demasiado tarde:
 
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad(Mat. 7:21-23).
 
Entrar en el reino de los cielos es imposible sin la obediencia a la voluntad del Padre celestial. Por lo tanto:
  • Ninguno será salvo por el solo hecho de creer en el señorío de Jesucristo. El reconocimiento verbal de su señorío es insuficiente. Simplemente, “decir” no es “hacer”. El Señor demanda la obediencia (cf. Luc. 6:46; Mat. 28:20).
  • Los muchos esfuerzos religiosos no pueden ocultar los actos de maldad, aunque esta rebeldía parezca estar cubierta con tanta actividad religiosa. Lo mucho bueno de alguien no puede excusarlo por lo malo que esté haciendo.
  • El Señor conoce a los que son suyos (cf. 2 Tim. 2:19). Esta clase de gente se aparta de iniquidad (cf. 2 Cor. 6:14 - 7:1), no son hipócritas como los escribas y fariseos (cf. Mat. 5:20).
 
Los manifestantes de hoy presionan para lograr un cambio legislativo, y a veces lo logran. Sin embargo, en el día final no habrá manera de cambiar el veredicto, aunque afirmen y protesten a favor de su causa.