“Entonces les imponían las manos, y recibían el
Espíritu Santo. Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los
apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero” (Hech. 8:17,18).
Por Josué I. Hernández
“Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén
oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a
Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el
Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos,
sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces
les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo” (Hech. 8:14-17).
- Ocurrió un tipo de manifestación que Simón pudo ver cuando los apóstoles imponían sus manos sobre los recién conversos (v.18).
- En una situación paralela, cuando Pablo impuso sus manos, los recién bautizados recibieron el Espíritu Santo logrando así la capacidad de hablar en lenguas y profetizar (Hech. 19:5,6).