Por Josué I. Hernández
- La unidad por la cual Cristo oró se basa en la palabra que él trajo del cielo y entregó a sus apóstoles, palabra que sus apóstoles enseñarían (Jn. 17:6,8,14,17,20,21).
- Este mensaje apostólico sería para “todo el mundo” (Mar. 16:15).
- La palabra apostólica enseñaría a los “discípulos” (Mat. 28:19) a guardar “todas las cosas” que Cristo ha “mandado” (Mat. 28:20; cf. Hech. 2:42).
- Lo que fue enseñado por los apóstoles fue lo mismo “en todas partes y en todas las iglesias” (1 Cor. 4:17). Este mensaje se transmitió primeramente de forma oral, y luego quedó escrito (2 Tes. 2:15).
- Los cristianos fueron amonestados a permanecer “en una misma mente y en un mismo parecer” (1 Cor. 1:10), reteniendo la “forma de las sanas palabras” que oían de los apóstoles (2 Tim. 1:13) lo cual debía ser transmitido de generación en generación (2 Tim. 2:2).
- Los cristianos fueron instruidos a que no recibieran a los falsos maestros (2 Jn. 9-11).
- Aquellos que enseñaban un mensaje contrario a la doctrina de los apóstoles de Cristo debían ser señalados y evitados (Rom. 16:17); y los que rompían el orden debían ser quitados por la iglesia local (2 Tes. 3:6).
Conclusión