Versiones de la Biblia

 


Por Josué I. Hernández

 
¿Es toda versión (traducción) de la Biblia tan buena como otra? Hay un buen número de Biblias para elegir, ya sean impresas, ya sean electrónicas. Desafortunadamente, algunas no son dignas de ser llamadas “versiones”. No son el resultado de un trabajo erudito, de precisión académica, no son más que comentarios (paráfrasis, es decir, explicaciones amplificativas o comentarios).
 
Algunas versiones de la Biblia han sido producidas sin otra razón que la agenda de una organización religiosa particular (como la Traducción del Nuevo Mundo, de los testigos del Atalaya). Otras son la consecuencia de intentos sinceros, pero no son fieles al texto que pretendían traducir debido a que no lo traducen con exactitud (Dios Habla Hoy, Traducción En Lenguaje Actual, La Palabra De Dios Para Todos, etc.).
 
La Biblia comenzó su existencia con los documentos originales (autógrafos) escritos por apóstoles, profetas, y otros hombres inspirados. Estos manuscritos no fueron escritos en castellano, como alguno podría suponer. El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo (y una pequeña porción en arameo), mientras que el Nuevo Testamento fue escrito en griego koiné. Ninguno de los escritos originales sobrevivió hasta el presente, pero existen copias hechas a mano (manuscritos), no muy alejadas de los tiempos del original.
 
Para producir una versión de la Biblia en castellano los documentos deben ser traducidos. Con el tiempo, las traducciones más antiguas, que usan un estilo antiguo de castellano, se revisan y estas revisiones forman una nueva versión más comprensible. Sin embargo, no debemos ser tan crédulos, ni tan desconfiados. Algunas versiones incorporan prejuicios, mientras que otras, por su fidelidad al texto griego, son versiones monumentales.
 
Antes de comprar una Biblia infórmese bien. Busque asesoría al respecto. Procure para su estudio bíblico cotidiano las mejores traducciones posibles, y evite las paráfrasis que suenan bien, pero que no transmiten la idea original.