Por Josué I. Hernández
El “Nuevo Pensamiento” (New Thought, su nombre original en inglés) es una doctrina nacida en Estados Unidos originada y promovida por Phineas Quimby en 1854. Phineas, un relojero, mentalista y mesmerista, aseguraba que era capaz de curar con la mente, y abrió un gabinete en Maine donde aplicaba sus supuestas capacidades al tiempo que difundía su creencia. Según “Nuevo Pensamiento”, el individuo tiene a Dios en sí, y, por lo tanto, la experiencia con Dios es subjetiva y cotidiana, y el sujeto un tipo de semidios capaz de cambiar la realidad con pensamientos y palabras. Los discípulos de Quimby extendieron la nueva creencia internacionalmente. Algunos de ellos crearon sectas nuevas, como Julius Dresser y Mary Baker Eddy, quienes fundaron la Ciencia Cristiana.
- Afirma que la bendición financiera y el bienestar físico son siempre la voluntad de Dios para su pueblo, debido a que la expiación incluye el alivio de la enfermedad y la pobreza, los cuales son, supuestamente, maldiciones que deben romperse por la fe.
- Enfoca la Biblia como un contrato entre Dios y el género humano, según lo cual, si tenemos fe en Dios él nos dará salud y prosperidad económica mediante la fe, el discurso positivo, y las donaciones, los cuales aumentarán la riqueza material de uno.
- La confesión, o declaración positiva, y visualización de fe pueden cambiar la situación terrenal de uno, debido a que los pensamientos y las palabras tienen poder espiritual sobre el mundo físico. Por lo tanto, al declarar en voz alta las palabras correctas con la fe correcta, se puede obtener riquezas y salud, atar a Satanás, etc.
- Se pueden reclamar las bendiciones, presionando a Dios para que obre nuestra voluntad, mediante las declaraciones positivas que actúan como conjuros sobre el mundo físico. Por lo tanto, en lugar de decir “Hágase tu voluntad”, el evangelio de la prosperidad predica el “hágase mi voluntad”.
- Dios queda reducido a un “genio de la lámpara” que cumplirá los deseos mundanos. No será extraño oír oraciones donde se reclaman bendiciones con total falta de reverencia y subordinación ante la majestad de Dios.
- Este evangelio es una doctrina que estimula la avaricia, el descontento, el orgullo y el materialismo.
Lo que la Biblia enseña sobre la fe
La correcta actitud hacia las riquezas
La correcta actitud hacia los que
sufren
El plan de Dios involucra el
sufrimiento
Si el plan de Dios no involucrase el sufrimiento, grandes cuerpos doctrinales desaparecían de la Biblia, incluyendo libros tales como Job y Salmos. Sencillamente, la muerte de Cristo carece de valor, así como llevar la propia cruz (Mar. 8:31-38), si el sufrimiento no es necesario cuando por Dios es permitido (cf. 1 Ped. 1:6) o requerido (Heb. 12:4-11).
El evangelio de la prosperidad ofrece una emancipación de
las enfermedades y de la pobreza. Sin embargo, además de quedar frustrado, como
toda falsa doctrina queda frustrada, el evangelio de la prosperidad roba la
verdadera redención hecha posible por Jesucristo (Ef. 1:7; cf. Rom. 3:23).
No hay bendición para quienes anden tras el materialismo
(1 Tim. 6:9,10). Por lo tanto, como dijo el apóstol Pablo, “huye de estas
cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la
mansedumbre” (1 Tim. 6:11).
Conclusión
Mientras algunos predican: “PARE DE SUFRIR”, Pablo dijo a Timoteo, “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo” (2 Tim. 2:3).