El islam y el evangelio

 


Por Josué I. Hernández

 
A diferencia del islam y el judaísmo, que afirman que Dios es una persona, la Biblia enseña que Dios es tres personas, pero un solo Ser. Por lo tanto, los cristianos entendemos que Dios es personal, pero negamos el unitarismo, porque Dios no es una sola persona. Entonces, en este sentido el sustantivo “Dios” es plural.
 
Algunos, confundidos, o actuando de mala fe, argumentan como si dijéramos que tres dioses diferentes son un solo dios al mismo tiempo. Ellos dicen que “3” y “1” no pueden ser sinónimos. Sin embargo, no decimos que tres personas diferentes son una persona al mismo tiempo. Simplemente, creemos que Dios es tres personas, pero un solo Ser. Dicho de otra manera, creemos que Dios es Tripersonal.
 
La palabra “Trinidad” no aparece en la Biblia, y entendemos que algunos hermanos evitan usarla. Pero, aunque la palabra no aparece en la Biblia, el concepto sí. Este estudiante de la Biblia no ve problema alguno en el uso de la palabra “Trinidad”, porque la palabra interpreta adecuadamente lo que la Biblia revela sobre Dios o, mejor dicho, como Dios se ha revelado en la Biblia para que sepamos quién es él.
 
Considerando lo anterior, invitamos al lector a considerar con justicia algunas diferencias entre lo que enseña el evangelio de Cristo y lo que enseña la religión del islam.
 
Dios
 
El islam afirma que hay un Dios, pero rechaza el concepto de “Trinidad”. En este sentido, por lo tanto, los musulmanes son unitarios, pues creen en una sola persona que es Dios, “Alá”, en árabe.
 
Del evangelio aprendemos que hay un Ser que es Dios el cual es Tripersonal, es decir, tres personas divinas que comparten un solo nombre (cf. Mat. 28:19; 2 Cor. 13:14).
 
Jesús
 
El islam considera a Jesús un profeta, como cualquier otro profeta de la historia bíblica, y como Mahoma lo fue. Por lo tanto, los musulmanes rechazan la divinidad de Jesús, y niegan su preexistencia, aunque creen en el nacimiento virginal. Para nuestro asombro, el hecho histórico de la crucifixión de Jesús, algo testificado por varias fuentes, es negado por el Corán. Así también, el islam rechaza la resurrección de Jesús.
 
Del evangelio aprendemos que Jesús es el Cristo, el Santo Hijo de Dios (cf. Mat. 16:16; Mar. 1:1; Hech. 2:36; 8:37), y también aprendemos de su preexistencia eterna (Jn. 1:1-5; Col. 1:16,17). El Nuevo Testamento proclama elocuentemente que Jesús murió por nuestros pecados en una cruz y que resucitó de entre los muertos (cf. 1 Cor. 15:3-8) y que está sentado en el trono de Dios (cf. Sal. 110:1; Hech. 2:36).
 
Salvación
 
El islam afirma una salvación por obras, según lo cual el pecado personal es contrapesado con la justicia personal. A la vez que un musulmán será perdonado por el arrepentimiento, el paraíso está asegurado para quien muera como un mártir del islam. Para convertirse en musulmán uno tendría que confesar que Alá es Dios y Mahoma su profeta.
 
El evangelio afirma que la salvación es por gracia por medio de la fe, es decir, por medio de la confianza en Dios, quien justifica, en obediencia a sus mandamientos (cf. Ef. 2:8,9). De la Biblia aprendemos que Jesús murió en la cruz como expiación por nuestros pecados (Rom. 3:21-26) y que él es la fuente de eterna salvación para quienes le obedecen (Heb. 5:9; cf. Apoc. 20:11-15). El evangelio nos enseña que uno se convierte en cristiano al obedecer el plan de salvación, el cual es un proceso desde la convicción hasta el bautismo (cf. Mar. 16:15,16; Hech. 2:38; 8:37; 22:16; 1 Ped. 3:21).
 
Juicio
 
El islam afirma que habrá una resurrección de los muertos y un juicio en el día final, y que habrá paraíso para los fieles con hermosas mujeres vírgenes para atender a los varones, a la vez que habrá infierno para los incrédulos.
 
El evangelio de Cristo nos enseña que habrá resurrección y juicio en el día final (cf. Jn. 5:28,29; Hech. 23:6; 24:15), y que hay vida eterna con Dios en los cielos para los integrantes del pueblo de Dios (Rom. 2:7).
 
La palabra de Dios
 
El islam cree en los cinco primeros libros de la Biblia, en los salmos, en gran parte de los relatos del Evangelio, y en el Corán. Sin embargo, el islam afirma que la Biblia se ha corrompido y que solamente el Corán proporciona la revelación fiel de Dios.
 
Jesús y sus apóstoles enseñaron que la totalidad de la Biblia es la palabra de Dios (cf. 2 Tim. 3:16,17), y que esta revelación escrita no puede ser corrompida, sino que será preservada hasta el fin de los tiempos (cf. Is. 40:8; 1 Ped. 1:23-25). A su vez, del evangelio aprendemos que la Biblia es la completa y definitiva, suficiente y perfecta, palabra de Dios (cf. 2 Ped. 1:3; Jud. 1:3).
 
Oración, ayuno, culto
 
El islam tiene tiempos establecidos por ley para las oraciones, las cuales han de suceder cinco veces al día. También, hay períodos para el ayuno, y un procedimiento estricto para ayunar en el mes de Ramadán. Todo, con un fuerte énfasis en rituales, ceremonias de lavamiento, postura para orar.
 
El evangelio invita a la oración ferviente y constante, sin tiempo fijos prescritos por ley (cf. 1 Tes. 5:17; Col. 4:2). El individuo debe elegir con sabiduría su lugar frecuente de oración (cf. Mat. 6:16-18; Hech. 13:2; 14:23). El énfasis al orar está en la devoción del corazón (cf. Jn. 4:23,24; Ef. 5:19).
 
Guerra y venganza
 
El islam promueve la guerra y la venganza para defenderse en tiempos de persecución. Así también, el islam enseña que la guerra es una herramienta de promoción de la fe contra los incrédulos.
 
Jesús prohibió la guerra para extender su evangelio (cf. Jn. 18:36; 10:3-5) y prohibió la venganza cuando sus discípulos son perseguidos (Mat. 5:10-12; 5:38-42).
 
La moralidad
 
El islam prohíbe el alcohol y los juegos de azar. También prohíbe comer carne de cerdo. Sin embargo, permite hasta cuatro esposas, y permite el divorcio y el volver a casarse dos veces.
 
El evangelio de Cristo prohíbe la embriaguez, la avaricia y otras obras de la carne (cf. Gal. 5:19-21). Sin embargo, el evangelio permite comer todos los alimentos que sean recibidos con acción de gracias (1 Tim. 4:4,5) con la excepción de la sangre y la carne de animales estrangulados (cf. Hech. 15:20,29; 21:25). Cristo y sus apóstoles enseñaron la monogamia, permitiéndose el divorcio solamente por causa de fornicación (Mat. 19:9; 1 Cor. 7:2).
 
El trato de la mujer
 
Por el islam, los hombres tienen más derechos que las mujeres. Por ejemplo, las mujeres no asisten a las oraciones públicas en la mezquita. En el islam el marido puede castigar a su esposa al punto de golpearla si le parece necesario.
 
La palabra de Cristo enseña que el hombre y la mujer son coherederos de la gracia de la vida (1 Ped. 3:7; Gal. 3:28,29). Sin embargo, las mujeres no tienen roles de liderazgo en la iglesia (cf. 1 Cor. 11:3; 14:34-37) aunque se le ensalza por su maravillosa labor en la maternidad (1 Tim. 2:15; 5:14). El evangelio le prohíbe al varón el maltratar a su esposa, y le exige específicamente el tratarla con ternura y comprensión (1 Ped. 3:7).
 
Conclusión
 
El islam no es una religión unida en total armonía. Por el contrario, existen varias sectas por las diferentes interpretaciones. Así también, hay diferentes sectas entre los que dicen seguir a Cristo.
 
Sin embargo, en el presente artículo hemos enfocado al islam, como religión en sí, en contraste con el evangelio de Cristo y su enseñanza.
 
Esperamos que este breve artículo motive el diálogo y la saludable discusión, como un punto de partida para un estudio más profundo.