Tengo una “Biblia de Estudio MacArthur”,
la cual contiene los comentarios de John Fullerton MacArthur, un predicador calvinista,
de los Ángeles, California. He consultado sus comentarios, y en más de una
ocasión me han resultado esclarecedores. Sin embargo, MacArthur tiene un
prejuicio que le impide creer el plan de salvación de Dios en Cristo, este
prejuicio es el calvinismo, prejuicio por el cual MacArthur niega que el
bautismo sea necesario para la salvación en Cristo. Por ejemplo, el comentario de MacArthur a Hechos 2:38 afirma: “El bautismo
no produce el perdón ni la limpieza de pecados… La experiencia del perdón
precede a la ceremonia del bautismo... El arrepentimiento genuino es lo que
trae el perdón de Dios… y es por esta razón que el creyente debía bautizarse”. Además de afirmar que el bautismo es una ceremonia (cosa desconocida en la
Biblia), MacArthur afirma que el bautismo es “por el perdón de los pecados” y
no “para el perdón de los pecados”. Es decir, según MacArthur, el bautismo ha
de realizarse debido al perdón recibido.
¿Qué dijo el apóstol Pedro?
El apóstol Pedro comenzó hablando acerca de “Jesús nazareno, varón
aprobado por Dios” (Hech. 2:22) para concluir que él “es Señor y Cristo”
(Hech. 2:36). Pedro condenó a la audiencia por crucificar a Jesús, a pesar de las
abundantes señales que él había hecho las cuales demostraban su identidad
(Hech. 2:22,23). Sin embargo, Dios le resucitó de los muertos (Hech. 2:24),
cumpliéndose de esta manera la profecía (Hech. 2:25-31), de lo cual los apóstoles
son testigos (Hech. 2:32). Pedro continuó afirmando la exaltación de Cristo, lo
cual también cumplió la profecía (Hech. 2:33-26). Entonces, la audiencia se compungió de corazón y, convencidos por la
palabra, preguntaron “Varones hermanos, ¿qué haremos?” (Hech. 2:37). Pedro
les respondió, “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre
de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo” (Hech. 2:38). El comentario que hace MacArthur sobre el arrepentimiento es correcto, “Esto
se refiere al cambio de mente y de propósito que hace volver al hombre de su
pecado, a Dios (1 Tes.1:9). Este cambio abarca mucho más que el simple temor a
las consecuencias del juicio de Dios. El arrepentimiento genuino considera que
se debe abandonar la maldad del pecado y abrazar la persona y la obra de Cristo
en su totalidad. Pedro exhortó a sus oyentes a arrepentirse porque de lo
contrario sería imposible experimentar una verdadera conversión”. No obstante, el comentario que MacArthur hace sobre el bautismo es radicalmente
erróneo, “Una mejor traducción de esta frase podría ser "por causa de la
remisión de pecados". El bautismo no produce el perdón ni la limpieza de
pecados”.
Pedro no dijo “por” o “debido a”, Pedro dijo “para”.
No hay razón para cambiar la traducción como enseña MacArthur. Por ejemplo,
Mateo 26:28 contiene la misma preposición griega (“eis”) traducida
correctamente “para”, y allí también se entiende que el perdón de los pecados
es el efecto, no la causa. Cristo dijo claramente, “porque esto es mi sangre
del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados”.
Cristo no dijo “por” o “debido a”, dijo “para”. Jesús no derramó su sangre “debido a” que el hombre ya había recibido perdón de pecados, sino “para” que el hombre reciba el perdón de pecados.
Así como la sangre de Cristo fue derramada para perdón de los pecados,
el bautismo en Cristo es para perdón de los pecados. Así como Cristo no
murió “por el perdón de los pecados”, nadie es mandado a bautizarse “por el
perdón de los pecados”. En ambos casos, es decir, en Mateo 26:28 y en Hechos
2:38, el perdón de los pecados es el efecto logrado por una acción anterior. ¿Es
el arrepentimiento “para vida” o es “por vida” Hech. 11:18)? Pedro no dijo “Arrepentíos para salvación, y bautícese por el perdón
recibido”. Pedro enlazó el arrepentimiento con el bautismo mediante la
conjunción “y”, (“Arrepentíos, y bautícese”) indicando que ambos son necesarios
para el perdón de los pecados: “Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de
los pecados” (Hech. 2:38). MacArthur afirma que el bautismo no produce ni perdón, ni limpieza. Pero,
el Espíritu Santo dice lo contrario, “Ahora, pues, ¿por qué te detienes?
Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre” (Hech.
22:16; cf. Ef. 5:26; Tito 3:5). La sangre de Cristo lava los pecados (Apoc.
1:5) cuando el creyente arrepentido es bautizado. En Cristo “tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según
las riquezas de su gracia” (Ef. 1:7). ¿Cuándo el pecador obtiene el perdón
de los pecados en Cristo? La Biblia responde: En el bautismo. El bautismo de la
gran comisión (Mar. 16:16; Mat. 28:19) es “en Cristo Jesús” y “en su
muerte” (Rom. 6:3). ¿Cómo podría alguno disfrutar de las bendiciones “en
Cristo” sin hacer aquello que lo deja en Cristo y esas bendiciones? Pablo afirmó por el Espíritu Santo, “pues todos sois hijos de Dios por
la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en
Cristo, de Cristo estáis revestidos” (Gal. 3:26,27). Ninguno podría llegar
a ser un hijo de Dios sin ser bautizado en Cristo. El bautismo es “por la fe
en Cristo Jesús”, y para ser revestidos de él. ¿Puede alguno ser salvo sin
estar revestido de Cristo? Hechos 2:41 dice, “Así que, los que recibieron su palabra fueron
bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas”. El texto no
dice nada sobre algún perdón de los pecados antes del bautismo.
Conclusión
El texto bíblico es inspirado por Dios, pero los comentarios, notas al pie,
referencias, títulos, subtítulos, de las “Biblias de Estudio” no lo son. A veces los comentarios son exactos y útiles, a veces son falsos y perjudiciales.
En fin, no asumamos todo comentario como exacto y correcto solamente porque
aparece en una Biblia de Estudio.
“El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva” (1 Ped. 3:21).